La verdad o lo que deseas escuchar
Mucho se habla de la sinceridad. De que
se ha perdido, de que la gente es hipócrita, de que ya no se puede confiar en
nadie, de que no debe uno fiarse ni de su sombra, y cosas por el estilo. Pero
de lo que no se habla es de que a la gente le gusta sólo escuchar lo que
quieren escuchar. Es decir, si tienes las agallas para decirle a la gente lo
que piensas, decir lo que sientes, expresarte libremente, no ser hipócrita,
exigir de los demás la misma claridad y sinceridad que tu das, exigir lo que tu
das, entonces te tachan de duro, de grosero, de impertinente, y un sin fin de
calificativos más simplemente porque les dijiste la verdad en su cara, porque
te atreviste a decir algo que ellos mismos no dicen de frente, pero si entre
chismecitos.
Todos estamos en nuestro derecho de
decir cuando algo nos incomoda o no nos gusta sin tener por ello que recibir un
tiro, un insulto, un unfollow (en el caso de twitter) o que te excluyan como si
tuvieras lepra.
Seguro estoy de que si fueran ellos los
que defienden sus derechos pensarían lo mismo, aunque no actuarían igual por el
miedo de ser francos y directos a la hora de decir lo que sienten que les
corresponde, lo que sienten que es justo para ellos.
Total que eso de decir la verdad es,
para el mundo moderno, algo trillado.
-Me gusta que me digan la verdad,
siempre y cuando sea lo que quiero escuchar.
-Me gusta que me digan las cosas en la
cara, siempre y cuando no hiera mi susceptibilidad.
-No me gusta la gente hipócrita, pero yo
tengo que serlo porque sinó pierdo a mis "amigos", y la gente pensará
otra cosa de mí.
Yo prefiero 1000 veces que no me quieran
por ser cómo soy, a que me quieran por ser algo que no soy. Lo demás es
hipocresía barata, chismecito de pasillo.
Si no te gusta que te digan, por ejemplo
"No quiero que me envíes cadenas o chismes a mi celular. Estoy en mi derecho
de exigirlo. Decido qué leer y qué no leer", y si por esto te molestas, me
rechazas y no asumes que tus derechos terminan donde empiezan los míos estás en
serios problemas. Seguro preferirás que te diga "No se qué le pasó a mi
celular, pero se me borró tu número/BBmsn y no he podido colocarlo otra
vez" (Léase = No quiero tenerte en mis contactos y te borré, pero no te
voy a decir)
Si no te gusta que te digan, por ejemplo
"No sigo a todo el mundo en Twitter porque simplemente sigo a los que me
interesa leer, a los que dicen algo que me interesa", y si por esto te lo
tomas personal, estás en serios problemas. Seguro preferirás aquello de
"Yo sigo a todos los que me siguen, lo que ellos no saben es que tengo una
lista privada en donde tengo realmente a los que leo. A los demás ni caso les
hago, a menos que me mencionen" (Léase = Los agrego y les contesto para
que crean, y así todos felices)
El problema aquí es el EGO. Punto.
El problema aquí es que a muy pocos en
realidad les gusta la verdad y te llenan de calificativos, pero qué pasaría si
encuentran entre su grupo, por ejemplo, a un miembro reciente que anteriormente
los llamaba El Club de lo/as Feo/as, por ejemplo. Oh Dios...no puede
ser....pero ella se ve tan chévere, se lleva bien con todo el mundo, siempre se
está riendo.
Claro...lo que no saben de aquellos que
no pueden manejar la verdad, de los que se presentan como el amigo de todos, es
la cantidad de falsedades, chismes, calumnias que viene con ellos.
Yo preferí hacer mi borrón y cuenta
nueva y no me arrepiento.
No me arrepiento de decir lo que siento
porque no le veo el sentido de ocultar algo que es cierto, mucho menos cuando
no le estoy haciendo daño a nadie, ni inventando nada. Estoy en mi derecho.
¿Por qué enmudecer antes de decir mi opinión sobre algo?
Los falsos se van. Los mejores se
quedarán. Así es. Así ha sido siempre.
Piénsalo detenidamente. Hay quienes
prefieren las mentiras y quienes prefieren la verdad (No la verdad a costa de
herir. No la verdad a costa de dañar. Ojo)
¿Con cuál lado te quedas tú?