MAMÁ
Que impusiste tu valor
Con gran sentimiento
Desde mi bello nacimiento.
Recuerdo tus lindos cuentos
De tu voz tus bellos cantos
Con los que me hacías dormir de niño
En tu sedoso corpiño.
Mi vida sin tu presencia
Es sentimiento sin existencia
Ya no es alegría, ni canto
Es solo tristeza y llanto.
Madre bella y adorada
Siento la luz de tu mirada
Como una sagrada bendición.
Pido al Todopoderoso
Por este pasado doloroso
Habiendo pasado medio siglo
parece que fué ayer tu partida
inesperada ,espero fortaleza y
templanza.
Ya no estás conmigo
"¡Oh, cuan lejos están aquellos días
en que cantando alegre y placentera,
jugando con mi negra cabellera,
en tu blando regazo me dormias!
¡Con que grato embeleso recojías
la balbuciente frase pasajera
que, por ser de mis labios la primera
con maternal orgullo repetias!
Hoy que de la vejez en el quebranto,
mi barba se desata en blanco armiño,
y contemplo la vida sin encanto,
al recordar tu celestial cariño,
de mis cansados ojos brota el llanto,
porque, pensando en tí, me siento niño
Un golpe dí con temblorosa mano
sobre su tumba venerada y triste;
y nadie respondió ... Llamé en vano
porque ¡la madre de mi amor no existe!
Volví a llamar, y del imperio frío
se alzo una voz que dijo: ¡Si existe!
Las madres, nunca mueren ... Hijo mío
desde la tumba te vigilo triste ...
¡Las madres, nunca mueren!
Si dejan la envoltura terrenal,
suben a Díos, en espiral de nubes...
¡La madre, es inmortal!"
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