martes, 24 de abril de 2018

ALEGRIA



 Se llama alegría a la emoción o el sentimiento que se experimenta cuando algo provoca felicidad o júbilo. Lo habitual es que la alegría se exteriorice mediante gestos, acciones o palabras.
Puede considerarse la alegría como un estado anímico. Cuando una persona tiene alegría, se siente plena ya que vive un momento agradable o placentero. Por eso puede decirse que los seres humanos desarrollan una tendencia a realizar aquello que, de una forma u otra, les provoca alegría. Esto también puede apreciarse en los animales.
Tener la posibilidad de compartir de una cena en familia, por citar un caso, puede darle alegría a un padre. Dicha acción genera bienestar por sí sola. Trabajar ocho horas por día, en cambio, puede resultar tedioso o agobiante, aunque si dicho trabajo brinda la posibilidad de gozar de una buena posición económica, contar con el empleo en cuestión también supondrá una alegría.
Un simpatizante del conjunto catalán puede experimentar alegría si su equipo consigue el triunfo, o tristeza si pierde.
Se ha demostrado que la alegría tiene efectos positivos para la salud. Cuando un individuo se siente feliz, el cerebro libera endorfina, una hormona que incrementa la fortaleza del organismo y minimiza los dolores.
El estrés también es una de las condiciones que se oponen a la alegría y que, por lo tanto, nos vuelve más débiles e intensifica los dolores.
En otras palabras, la alegría es algo que debemos perseguir y procurarnos a cada paso, en lugar de esperarla de forma pasiva. Se trata de un compromiso con nosotros mismos que nunca deberíamos desatender, ya que las ventajas de estar alegre son innegables y también afectan a los que nos rodean: la alegría nos vuelve más productivos, ya que nos pone en un estado en el cual la vida parece tener más sentido, de manera que nuestros objetivos son más prometedores.
Puerto de la Cruz, a 24 de Abril de 2018.
Miguel

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