AMOR VERDADERO
Amar auténticamente es desarrollar
deliberadamente la capacidad de dar, de desear bien y pensar lo bueno.
Abrir el corazón para dejar fluir el
amor auténtico, que proviene de nuestra esencia “buena voluntad.”
Amar auténticamente es desarrollar
deliberadamente la capacidad de dar.
Pero al alimentar la actitud de desear
el bien, desear lo bueno, pensar lo bueno, desear bienestar, paz y felicidad,
construir bienestar además de desearlo y “a pesar de todo”, requiere de aprender
a vivir en una actitud amorosa como forma de vida.
Y ¿cómo llenar el corazón de suficiente
amor?, ¿cómo conectar, contener, sostener y alimentar ese amor comprensivo,
ecuánime, perdonador, alegre y luminoso?
Quizás antes que nada, rompiendo y
trascendiendo nuestros paradigmas condicionantes, nuestras ideas o creencias
rígidas.
La verdad es que hoy, aún con toda
nuestra imperfección y la de los otros, y con todo lo que aún no comprendemos,
esta es la hora de amar con bondad, con generosidad y en luz, pues así es como
creceremos, maduraremos y cambiaremos y los otros también.
Empecemos hoy con humildad a dar pasos
en el ejercicio del amor, pues si no es hoy, ¿cuándo será?
Nuestra sociedad nos invita a amar desde
la expectativa del amor romántico que es pasajero, que su objetivo se centra
más en “recibir” y que interrumpe el flujo del amor por cualquier frustración
que aparece en el camino.
Estamos bombardeados por todo para
buscar las satisfacciones temporales y superficiales, viendo por lo urgente y dejando
en el olvido lo que es importante, lo que es trascendente.
Quizás por eso nuestra sociedad
experimenta hoy un vacío que ha hecho crecer como nunca las estadísticas de
enfermedades y perturbación, reflejo de la ansiedad y depresión que produce
este vacío de Amor. Gran parte de la población mundial está enferma,
desamparada, desolada, abandonada, enojada, viviendo en adicción y tristeza por
falta de amor.
Vinimos a la Tierra a aprender a amar y
generalmente estamos distraídos de nuestro mayor propósito y justificamos
nuestra falta de compromiso con un sin fin de quejas y pretextos que bloquean
nuestra evolución.
El amor auténtico se renueva una y otra
vez, no es transitorio, y todos necesitamos experimentar la confianza
profunda que es resultado del amor auténtico, basado en la transparencia y la
cooperación a favor del bienestar real de todos.
No obstante de todo lo que podríamos
considerar negativo, somos una generación nueva, de seres que, a pesar de la
crisis demográfica, ecológica, económica, política, religiosa, educativa,
social, familiar y global en que vivimos, vamos creciendo en la visión de
sabernos conscientes de nuestra libertad y de los recursos que tenemos
para aprender cualquier cosa que nos propongamos.
Aprendiendo a escuchar y a abrir el
corazón, a sanar las heridas del pasado que nos impiden amar hoy y
fortaleciendo nuestro interior, para facilitar que el amor espiritual se
manifieste a través de nosotros en un modo más paciente, responsable,
compasivo, bondadoso, generoso, dulce, fuerte, sereno, alegre, sincero y
entregado…
Pues para ser un canal de amor, debemos
desarrollar serenidad, resistencia, flexibilidad, paciencia y sobretodo
humildad.
Y como contenedores del amor, debemos
cuidar y alimentar el cuerpo, la mente, el corazón y nuestra alma con buen
alimento.
¡Hoy elijo abrir mi corazón al Amor!