COMO RECONOCER A LOS BUENOS AMIGOS
Si usted es de las que le cuenta todo, con pelos y señales a su mejor amigo/a, y lo/a defiende capa y espada o, por el contrario, es de los que desconfían hasta de su propia sombra porque algún amigo le falló, es hora de que aprenda a diferenciar la verdadera amistad de otras relaciones que se mueven con intereses ocultos. Así se ahorrará decepciones más adelante.
Se dice que el mejor amigo es la persona
incondicional, sincera, que no juzga y que está presente en la buenas y
en las malas. Sin embargo, muchos se apoyan en ese ideal para cometer
todo tipo de abusos y lastimar a los demás. Como el caso de Humberto que
únicamente busca a su mejor amigo cuando necesita dinero para pagar
la cuenta de la última parranda o en los momentos en que requiere de un
paño de lágrimas para desahogarse.
Precisamente, las relaciones entre los seres humanos representan el más grande desafío para el individuo, pues sólo de esta forma se desarrolla la personalidad, se moldea el temperamento y se trabaja la parte sicológica. De ahí que formar una relación sólida y duradera, tanto en el ámbito de la amistad como en el de pareja, se convierta en un reto difícil de alcanzar.
Pero, cómo se consiguen los buenos amigos? La amistad es un sentimiento basado en emociones y, como tal, no se atrapa, sino que se construye, afirma el médico siquiatra Jorge Téllez. Una relación gratificante se edifica sobre los principios de la sinceridad, honestidad, lealtad y confianza .
No obstante, para que este tipo de relaciones puedan mantenerse y permanecer en el tiempo, debe existir un equilibrio entre el dar y recibir, ya que no puede ser unilateral, aclara la sicóloga Eloisa Infante. Mientras que en el amor uno de los miembros puede querer más que el otro, en la amistad el sentimiento debe ser recíproco para que prospere . Así mismo, es importante que los que interactúan gocen de buena salud mental con el fin de integrar una unión en la que se tengan en cuenta los deberes y los derechos, explica José Posada, médico siquiatra.
Amigos o rivales? A medida que el individuo evoluciona surgen intereses que limitan la posibilidad de relacionarse con los demás. Con el paso del tiempo el comportamiento humano se ve condicionado por los convencionalismos y los estereotipos que se encuentran en el entorno. De hecho, los mejores amigos se conocen en la infancia porque en esa edad el ser es más auténtico, sincero y sus expresiones no están dirigidas por patrones socio-culturales.
Si el individuo comienza a competir con los demás, surge el primer obstáculo para la amistad. Por ende, hay que dudar de aquél que llama exclusivamente para contar sus triunfos o del que crítica sin fundamento, agrega la sicóloga Infante. Además, cuando se anteponen los intereses personales a los valores, el sujeto se vuelve selectivo, calculador, cierra el círculo de amigos y le es mucho más difícil conseguir una amistad sincera y duradera. Los amigos no compiten, se acompañan. Esa es la diferencia entre las amistades que se forman en la niñez y los que se consiguen en edad madura, dice Tellez.
Otro punto importante es que los adultos rara vez se muestran como son y, a su vez, tratan de evadir cualquier vínculo afectivo que signifique un compromiso. Esto hace que el comportamiento se moldee por conveniencias y que vea a los demás como rivales. Por eso, en el trabajo, donde se maneja un alto nivel de competencia, es difícil construir una buena amistad. Cómo llamar, entonces, amigo al que no sabe guardar un secreto, al egocéntrico, al interesado, que demuestra lo que no es, que no acepta un consejo o que sólo le preocupa ser mejor que usted? Cuenta conmigo! En cuanto a la calidad e intensidad con que viven los hombres y las mujeres la amistad, vale anotar que ellas, por naturaleza, son más conservadoras y protegen mucho más cualquier relación. Suelen dar más, salvaguardan la tradiciones, se preocupan por la figura y mantienen con mayor facilidad una amistad. Sin embargo, suelen ser las peores enemigas cuando entran a competir o generan rivalidad. El hombre maneja más la parte de la lealtad y solidaridad. Claro que dentro de la condición humana, siempre habrá espacio para la traición.
A veces los mejores amigos se encuentran en el sexo opuesto, debido a que no existe competencia ni se consideran una amenaza para alcanzar ciertos fines, mientras que entre mujeres (especialmente jóvenes y profesionales) suele existir rivalidad. Esto alimenta la envidia y causa enemistades.
También se dice que la mejor amiga es la mamá porque es un ser incondicional, que sólo quiere lo mejor para sus hijos y no compite con ellos. Sin embargo, para que se llegue a un buen entendimiento es indispensable que las dos personas hayan madurado y se acepten como son, ya que la madre puede estar enceguecida por su amor y prestarse para manipulaciones.
Lo importante para cultivar una amistad que lleve implícito un sentimiento de compañerismo, lealtad y respeto es averiguar las cualidades y los defectos de la otra persona. Esto significa saber lo que ella puede aportar a la relación y determinar en qué medida usted está dispuesto a retribuirla. Es decir, hay que conocer y entender al otro, concluye el siquiatra Tellez. Es inútil pedirle plata prestada a alguien que no tiene o que simplemente no le gusta prestar dinero a nadie .
No hay que olvidar que si la amistad no se fortalece con habilidad, compromiso, respeto, capacidad de dar y necesidad de confiar en alguien, se rompe porque no madura. Aquí no hay sitio para la traición porque cuando un amigo falla, deja de serlo. Es estos casos, en que ya no hay nada que dar ni qué recibir, lo mejor es permitir que la otra persona siga su camino y extraer lo positivo de esa experiencia para seguir adelante.
AMIGOS PARA SIEMPRE El hombre es una criatura compleja y, en consecuencia, el mundo del afecto en el que se desarrolla es demasiado confuso debido a que las emociones cambian. Los sentimientos están sometidos a la transformación y la amistad no es la excepción. Sin embargo, existen unos parámetros dentro de los cuales se mueve el afecto para que los amigos puedan ser felices. Los especialistas consultados por CARRUSEL indican cómo reconocer los buenos y los malos amigos: * La amistad implica compromiso. Cada quien debe asumir los derechos y deberes que le corresponden dentro del marco del respeto y la igualdad.
* Un vínculo amistoso se establece de acuerdo con la capacidad de intimar (compenetrarse con otro), pero respetando la individualidad y el espacio ajeno.
* El buen amigo es aquél en el que se puede confiar en los buenos y malos ratos.
* La amistad se apoya en los valores. El amigo no es la persona alcahueta o el que complace todos los caprichos, sino el que contribuye para que usted sea una persona mejor y le orienta el camino.
* El amigo sabe estimular, exalta lo bueno y reconoce las cualidades, sin alabar ni caer en la adulación. Es aquél que comprende las etapas por las que está atravesando la persona, el que se alegra o entristece con los acontecimientos del otro y no juzga sino critica de forma constructiva, jamás negativamente.
* La amistad rechaza el sufrimiento y la falsedad. No permite la hipocresía, la envidia ni la crítica destructiva que hiere. Por el contrario, se construye en medio de éxitos y fracasos.
Precisamente, las relaciones entre los seres humanos representan el más grande desafío para el individuo, pues sólo de esta forma se desarrolla la personalidad, se moldea el temperamento y se trabaja la parte sicológica. De ahí que formar una relación sólida y duradera, tanto en el ámbito de la amistad como en el de pareja, se convierta en un reto difícil de alcanzar.
Pero, cómo se consiguen los buenos amigos? La amistad es un sentimiento basado en emociones y, como tal, no se atrapa, sino que se construye, afirma el médico siquiatra Jorge Téllez. Una relación gratificante se edifica sobre los principios de la sinceridad, honestidad, lealtad y confianza .
No obstante, para que este tipo de relaciones puedan mantenerse y permanecer en el tiempo, debe existir un equilibrio entre el dar y recibir, ya que no puede ser unilateral, aclara la sicóloga Eloisa Infante. Mientras que en el amor uno de los miembros puede querer más que el otro, en la amistad el sentimiento debe ser recíproco para que prospere . Así mismo, es importante que los que interactúan gocen de buena salud mental con el fin de integrar una unión en la que se tengan en cuenta los deberes y los derechos, explica José Posada, médico siquiatra.
Amigos o rivales? A medida que el individuo evoluciona surgen intereses que limitan la posibilidad de relacionarse con los demás. Con el paso del tiempo el comportamiento humano se ve condicionado por los convencionalismos y los estereotipos que se encuentran en el entorno. De hecho, los mejores amigos se conocen en la infancia porque en esa edad el ser es más auténtico, sincero y sus expresiones no están dirigidas por patrones socio-culturales.
Si el individuo comienza a competir con los demás, surge el primer obstáculo para la amistad. Por ende, hay que dudar de aquél que llama exclusivamente para contar sus triunfos o del que crítica sin fundamento, agrega la sicóloga Infante. Además, cuando se anteponen los intereses personales a los valores, el sujeto se vuelve selectivo, calculador, cierra el círculo de amigos y le es mucho más difícil conseguir una amistad sincera y duradera. Los amigos no compiten, se acompañan. Esa es la diferencia entre las amistades que se forman en la niñez y los que se consiguen en edad madura, dice Tellez.
Otro punto importante es que los adultos rara vez se muestran como son y, a su vez, tratan de evadir cualquier vínculo afectivo que signifique un compromiso. Esto hace que el comportamiento se moldee por conveniencias y que vea a los demás como rivales. Por eso, en el trabajo, donde se maneja un alto nivel de competencia, es difícil construir una buena amistad. Cómo llamar, entonces, amigo al que no sabe guardar un secreto, al egocéntrico, al interesado, que demuestra lo que no es, que no acepta un consejo o que sólo le preocupa ser mejor que usted? Cuenta conmigo! En cuanto a la calidad e intensidad con que viven los hombres y las mujeres la amistad, vale anotar que ellas, por naturaleza, son más conservadoras y protegen mucho más cualquier relación. Suelen dar más, salvaguardan la tradiciones, se preocupan por la figura y mantienen con mayor facilidad una amistad. Sin embargo, suelen ser las peores enemigas cuando entran a competir o generan rivalidad. El hombre maneja más la parte de la lealtad y solidaridad. Claro que dentro de la condición humana, siempre habrá espacio para la traición.
A veces los mejores amigos se encuentran en el sexo opuesto, debido a que no existe competencia ni se consideran una amenaza para alcanzar ciertos fines, mientras que entre mujeres (especialmente jóvenes y profesionales) suele existir rivalidad. Esto alimenta la envidia y causa enemistades.
También se dice que la mejor amiga es la mamá porque es un ser incondicional, que sólo quiere lo mejor para sus hijos y no compite con ellos. Sin embargo, para que se llegue a un buen entendimiento es indispensable que las dos personas hayan madurado y se acepten como son, ya que la madre puede estar enceguecida por su amor y prestarse para manipulaciones.
Lo importante para cultivar una amistad que lleve implícito un sentimiento de compañerismo, lealtad y respeto es averiguar las cualidades y los defectos de la otra persona. Esto significa saber lo que ella puede aportar a la relación y determinar en qué medida usted está dispuesto a retribuirla. Es decir, hay que conocer y entender al otro, concluye el siquiatra Tellez. Es inútil pedirle plata prestada a alguien que no tiene o que simplemente no le gusta prestar dinero a nadie .
No hay que olvidar que si la amistad no se fortalece con habilidad, compromiso, respeto, capacidad de dar y necesidad de confiar en alguien, se rompe porque no madura. Aquí no hay sitio para la traición porque cuando un amigo falla, deja de serlo. Es estos casos, en que ya no hay nada que dar ni qué recibir, lo mejor es permitir que la otra persona siga su camino y extraer lo positivo de esa experiencia para seguir adelante.
AMIGOS PARA SIEMPRE El hombre es una criatura compleja y, en consecuencia, el mundo del afecto en el que se desarrolla es demasiado confuso debido a que las emociones cambian. Los sentimientos están sometidos a la transformación y la amistad no es la excepción. Sin embargo, existen unos parámetros dentro de los cuales se mueve el afecto para que los amigos puedan ser felices. Los especialistas consultados por CARRUSEL indican cómo reconocer los buenos y los malos amigos: * La amistad implica compromiso. Cada quien debe asumir los derechos y deberes que le corresponden dentro del marco del respeto y la igualdad.
* Un vínculo amistoso se establece de acuerdo con la capacidad de intimar (compenetrarse con otro), pero respetando la individualidad y el espacio ajeno.
* El buen amigo es aquél en el que se puede confiar en los buenos y malos ratos.
* La amistad se apoya en los valores. El amigo no es la persona alcahueta o el que complace todos los caprichos, sino el que contribuye para que usted sea una persona mejor y le orienta el camino.
* El amigo sabe estimular, exalta lo bueno y reconoce las cualidades, sin alabar ni caer en la adulación. Es aquél que comprende las etapas por las que está atravesando la persona, el que se alegra o entristece con los acontecimientos del otro y no juzga sino critica de forma constructiva, jamás negativamente.
* La amistad rechaza el sufrimiento y la falsedad. No permite la hipocresía, la envidia ni la crítica destructiva que hiere. Por el contrario, se construye en medio de éxitos y fracasos.
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