sábado, 25 de marzo de 2017

EL CAMINO DE LA VIDA

Cuando llores por nuestra despedida, recuerda que no me fui, me dejaste ir. 

"EL DIA DE MI MUERTE NO QUIERO LLANTO"






“EL DÍA DE MI MUERTE, NO QUIERO LLANTO”

“No quiero flores, misas ni lugar de hipocresías”

SOLO LO QUE SE PIERDE, ES ADQUIRIDO PARA SIEMPRE

Puede ocurrir que vivas con alguien durante muchos años,
 y que por monotonía, al final no seas consciente de lo que tenías.
Pero cuando esa persona se va, el vacío que deja en tu interior puede                                                       ser tan grande que entonces te des cuenta de lo que has perdido.
No me guardes rencor, que si algún error cometí fue sin intención.
No llores porque termino, sonríe porque llego a ocurrir.
Muchas lágrimas derrame y deseo que no lo hagan por mí.
“Sean felices”
“Solo hay una vida y tenemos el deber de vivirla”
Me voy, dejo mi amor atrás.
Dejando mi fe en mi.
Mi alma serena y en paz.
Mi cuerpo se lo ofrezco a la Ciencia,
para investigación de forma altruista.
San Cristóbal de la Laguna, 19 de marzo de 2017

Miguel Ariza Cabello

UNAS PALABRAS PARA MI PADRE

          UNAS PALABRAS PARA mi padre


Papá que corta palabra, pero que ¡inmensa a la vez! Me acuerdo que cuando era chico te veía como un héroe, capaz de protegerme hasta del peor monstruo que me quisiera hacer daño, capaz de arreglar cualquier cosa…siendo tiempos duros de hambre y miseria trabajando de sol a sol, poco podías  darnos y estar con tus hijos, el que ha dado todo, nada se le puede exigir.
Lo poco o mucho que llegue a ser fue gracias a ti y a tu esposa mi madre.
Aprendí con tu ejemplo, y estuve confundido 45 años , de hechos ocurridos que dañaron mi vida para siempre.
Las personas que conocían de tu enfermedad, no me informaron de la misma.
Por el desconocimiento de los hechos tuve una imagen muy distorsionada de la imagen de mi querido padre.

Puede ser que esté ocurriendo ahora  este desconocimiento con mis descendientes hacia mí.

FELIZ DÍA DEL PADRE





FELIZ DÍA DEL PADRE
Con cuatro letras te voy a decir 
Las palabras que me dijo, Julio,
Tú amigo, palabras dichas por ti,
Ahora las entendí, mucho tiempo paso
Desde que nos dejaste, lo siento aquí
Dentro en mi corazón lo digo contento
Y con ilusión ya que al fin descubri´
parte de la verdad de lo ocurrido.
Y la carta que le diste Sr. Oleart, que
nunca supe de ella.
¿La verdad de lo ocurrido?.

Ojala pudiese decírtelas yo a ti.

¡¡¡¡PAPÁ FELIZ DÍA!!!

"APRENDER A PERDER"


                  “APRENDER A PERDER"



“APRENDER A PERDER”

¿LA FELICIDAD ESTA EN OBTENER LAS COSAS, O EN NECESITAR LO MENOS POSIBLE?
·          Estrategias para distanciarse de todo aquello que nos quita energía y bienestar
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 Para hablar del apego o de las dependencias emocionales que todos los humanos sufrimos en mayor o menor medida, claro que si consideras que algo o alguien en tu vida es indispensable para tu felicidad, tienes un grave problema porque “estás a la sombra de tu amo”



 “Crear una relación dependiente significa entregar el alma a cambio de obtener un falso placer y seguridad”.  


-¿Cuánto tiempo cree que invertimos en cosas que son absolutamente inútiles?
-El 80% del tiempo, y eso es mucho. Hemos sido educados así y nos cuesta reflexionar bien las cosas antes de hacerlas. Es energía desperdiciada que estamos dedicando a un objeto, a una relación, a un vínculo o a algo que, tarde o temprano, no nos va a servir. Se trata de obtener la máxima proporción entre esfuerzo y beneficio.

-Póngame un ejemplo de cómo podemos malgastar esa energía.
-Hay relaciones de pareja en las que uno de los miembros es muy dependiente del otro aunque a cambio le ofrezca muy poco amor. Esta persona invierte el 80% de su tiempo soportando una relación de mal trato para obtener muy poquito beneficio.

-Los budistas llaman ignorancia, incluso engaño, a la capacidad de pensar que las cosas no cambian y duran para siempre. ¿Somos nosotros una sociedad ignorante?
-En términos budistas, somos muy ignorantes. Las cosas cambian, se transforman, y eso lo saben bien en las sociedades orientales. Nosotros tenemos muy claro este concepto mentalmente, pero simplemente lo tenemos incorporado automáticamente. En los países orientales te educan con la ley de la impermanencia, de que las cosas se van y no son para siempre, de estar listos para la pérdida.






-¿Y en nuestra sociedad cómo nos ha educado?
- Justo al revés, de manera que no hay nadie que esté preparado para la pérdida. Fíjate que el 80% o el 90% de los libros de crecimiento personal lo que te dicen es que busques tus metas y que no te rindas. Eso es porque aquí la base es la esperanza, mientras que allí es la desesperanza, el aprender a perder. ¿La felicidad está en obtener las cosas, o en necesitar lo menos posible? Tenemos que llegar hasta la felicidad de una manera más armoniosa, más relajada. Así que nuestra sociedad es ignorante en el sentido de que no aceptamos la pérdida ni la desesperanza.

-Defíname el concepto de apego, según su punto de vista.
-Es un vínculo obsesivo con un objeto, idea o persona que se fundamenta en cuatro creencias falsas: que es permanente, que te va a hacer feliz, que te va a dar seguridad total y que dará sentido a tu vida. Cuando tienes un vínculo de este tipo no estás preparado para la pérdida y no aceptas el desprendimiento.

-¿Qué es lo que una persona pierde cuando se apega a algo o a alguien?
-El apego corrompe, eso te lo dirá cualquier psicólogo que haya estudiado este campo. Para mí, es el principal motivo de sufrimiento en la historia de la humanidad. Si el apego corrompe, pierdes tu dignidad, tu respeto, tus valores más esenciales. También pierdes libertad, y no puedes decidir cómo te vas a mover. Pierdes tranquilidad porque una de las características del apego es el miedo a perder aquello que deseas. Finalmente, pierdes también la alegría. Tu mente está tan metida en invertir recursos que pierde la posibilidad de disfrutar la vida con muchas otras cosas, te absorbe.

-¿El apego es sinónimo de adicción?
-Sí. Yo hago la diferencia entre las adicciones que son aceptadas o están reglamentadas por la psicología y la psiquiatría, y las que no. Por ejemplo: la adicción a la compra está clasificada, pero la adicción a la moda, que está íntimamente relacionada, no está clasificada. Cuando te llega un paciente que está apegado a la moda, necesita un tratamiento que no aparece en ningún libro porque no está clasificado. La gente tiende a llamar apego a las adicciones que no están clasificadas. Hoy me he vestido con un polo con el cocodrilo, pero si me sacan el cocodrilo no me importa en absoluto. Compras algo porque te gusta y viene con marcas, pero eso no quiere decir que pertenezcas a esa familia.

-Si hablamos de adicciones, la gente suele ponerse en alerta. La palabra apego, en cambio, tiene en nuestro país una connotación positiva…
-Es cierto, y es una diferencia lingüística importante. En nuestra cultura, el apego sones la gente que te quiere, que te contempla, que te cuida o te da protección. Pero cuando hablamos de apego en términos como lo planteo en el libro, hablo de adicción. Hablo de apego a situaciones o personas, pero no a sustancias psicoactivas.

-¿Cómo tenemos que manejar las necesidades vitales que todos tenemos para que no acabemos dependiendo de ellas?
-Hay muchas formas. Lo primero es entender que cualquier necesidad es potencialmente susceptible de convertirse en un apego. Incluso necesidades primarias como comer o tomar agua. Te das cuenta de que estás cayendo en eso cuando no puedes controlarlo y empiezas a ver que te hace mucha falta; cuando la necesidad se convierte en algo imprescindible y no eres capaz de decir: si lo tengo bien, y si no, también.

-Te necesito.
-Exactamente. La expresión te necesito habría que sustituirla por la de te prefiero. Cuando tienes una necesidad, tú no eliges, lo que elige es el impulso. Estás de mal humor, estás irritable porque no está el objeto o la persona.

-Te quiero pero no te necesito, ¿es eso? Si es así, nos cargamos la mitad de las parejas hoy mismo…
-Es que es un cambio de mentalidad y de paradigma. Te necesito no, te prefiero. Te necesito es que esa persona es imprescindible y que tú te conviertes en un vacío.

-¿Socialmente, interesa que mantengamos algunos apegos para anularnos como personas?
-Lógico, hay apegos que están bien vistos socialmente. ¿Cuántos políticos crees que van a leer este libro? ¡Pocos! El desapego es una pesadilla para ellos, porque coqueteas con tres cosas: principios, poder y posesión.

-¿Nuestras necesidades son innatas o han sido creadas por la sociedad de consumo?
-Hay necesidades primarias y psicológicas que son innatas. Hay otras que son secundarias, que son aprendidas y que tienen que ver con los deseos.

-¿Desear algo significa estar apegado a ello?
-No necesariamente. El deseo es un placer proyectado en el tiempo y nos hace humanos. Ahora bien, cuando eres incapaz de renunciar al deseo, estás en el apego.

-Habla de deseos peligrosos. ¿Cuáles serían?
-Son los deseos que afectan a tu salud mental o a tu salud física. Hay deseos que de por sí son peligrosos, como el amor, internet o la belleza. Hay otros que no son tan peligrosos, como la espiritualidad. Te pongo un ejemplo: la bondad. ¿A quién se le ocurriría que ser bueno es un deseo peligroso? Aparentemente, no. Lo que pasa es que puede llegar a ser peligroso si te excedes. Si te excedes en ayudar a los demás, más allá de lo que eres capaz de dar, te quemas.

-+Si  habláramos con nuestros deseos. ¡Nos tomarán por locos!
-Hablar con nuestros deseos es simplemente conectarte con el canal del deseo que, en un determinado momento, te está arrastrando. Por eso digo que hay que aprender a hablar con ellos, a retarlos. Conozco a gente que cuando ha tomado la idea se ha inventado su propio método y le ha funcionado muy bien. Lo más importante, aunque parece mentira, no son las estrategias, es ver lo inútil, estúpido o peligroso de algo. Cuando lo ves, automáticamente te retiras.

-Imagino que no hay nadie que no tenga apegos. ¿Para desapegarse de ellos, hay que tener un espíritu rebelde?
-Totalmente. Uno tiene que ser irreverente con ellos. Rebeldía no es salir gritando contra las cosas, es romper el esquema básico en el que estás metido y poner un nuevo paradigma de vida. En ninguno de los manuales que están saliendo ahora para ser feliz te dicen que hay que rebelarse contra las normas. Ser desapegado es, en cierto modo, ser un subversivo del orden establecido. A mí me gusta el concepto de subversión entendida como una rebelión interior.

-¿Cómo podemos saber si alguien es emocionalmente inmaduro?
-Son personas con baja tolerancia al dolor, no lo soportan. Tienen muy poca tolerancia a la frustración, les horroriza que las cosas no sean como ellos quieren que sean. Finalmente, diría que tienen una ilusión de permanencia, piensan que hay cosas que pueden durar para siempre, y una gran vulnerabilidad hacia el placer que hace que no tengan autocontrol.

-¿La crisis económica actual nos servirá para que nos demos cuenta de la energía que estamos perdiendo con cosas superfluas?
-Las crisis ayudan a eso, sin lugar a duda. Las crisis muestran lo superfluo, lo inútil y las necesidades que te habías creado y de las cuales puedes prescindir. Aprender a prescindir de algo o de alguien es muy importante; cuando lo haces, estás con un pie en la liberación. La crisis puede ser un gran terapeuta sin anestesia para los desapegos. Una crisis implica un cambio de valores y hace que las personas aprendan a desprenderse de muchas cosas por las malas.

-Sin anestesia. ¿Desapegarse de algo o de alguien es asumir que el dolor será inevitable?
-Claro. Una persona cambiará un sufrimiento inútil por un sufrimiento útil, que es el del duelo y la pérdida asumida.




-¿El apego es sinónimo de adicción?
-Sí. Yo hago la diferencia entre las adicciones que son aceptadas o están reglamentadas por la psicología y la psiquiatría, y las que no. Por ejemplo: la adicción a la compra está clasificada, pero la adicción a la moda, que está íntimamente relacionada, no está clasificada. Cuando te llega un paciente que está apegado a la moda, necesita un tratamiento que no aparece en ningún libro porque no está clasificado. La gente tiende a llamar apego a las adicciones que no están clasificadas. Hoy me he vestido con un polo con el cocodrilo, pero si me sacan el cocodrilo no me importa en absoluto. Compras algo porque te gusta y viene con marcas, pero eso no quiere decir que pertenezcas a esa familia.

-Si hablamos de adicciones, la gente suele ponerse en alerta. La palabra apego, en cambio, tiene en nuestro país una connotación positiva…
-Es cierto, y es una diferencia lingüística importante. En nuestra cultura, el apego sones la gente que te quiere, que te contempla, que te cuida o te da protección. Pero cuando hablamos de apego en términos como lo planteo en el libro, hablo de adicción. Hablo de apego a situaciones o personas, pero no a sustancias psicoactivas.

-¿Cómo tenemos que manejar las necesidades vitales que todos tenemos para que no acabemos dependiendo de ellas?
-Hay muchas formas. Lo primero es entender que cualquier necesidad es potencialmente susceptible de convertirse en un apego. Incluso necesidades primarias como comer o tomar agua. Te das cuenta de que estás cayendo en eso cuando no puedes controlarlo y empiezas a ver que te hace mucha falta; cuando la necesidad se convierte en algo imprescindible y no eres capaz de decir: si lo tengo bien, y si no, también.

-Te necesito.
-Exactamente. La expresión te necesito habría que sustituirla por la de te prefiero. Cuando tienes una necesidad, tú no eliges, lo que elige es el impulso. Estás de mal humor, estás irritable porque no está el objeto o la persona.

-Te quiero pero no te necesito, ¿es eso? Si es así, nos cargamos la mitad de las parejas hoy mismo…
-Es que es un cambio de mentalidad y de paradigma. Te necesito no, te prefiero. Te necesito es que esa persona es imprescindible y que tú te conviertes en un vacío.

-¿Socialmente, interesa que mantengamos algunos apegos para anularnos como personas?
-Lógico, hay apegos que están bien vistos socialmente. ¿Cuántos políticos crees que van a leer este libro? ¡Pocos! El desapego es una pesadilla para ellos, porque coqueteas con tres cosas: principios, poder y posesión.

-¿Nuestras necesidades son innatas o han sido creadas por la sociedad de consumo?
-Hay necesidades primarias y psicológicas que son innatas. Hay otras que son secundarias, que son aprendidas y que tienen que ver con los deseos.

-¿Desear algo significa estar apegado a ello?
-No necesariamente. El deseo es un placer proyectado en el tiempo y nos hace humanos. Ahora bien, cuando eres incapaz de renunciar al deseo, estás en el apego.

-Habla de deseos peligrosos. ¿Cuáles serían?
-Son los deseos que afectan a tu salud mental o a tu salud física. Hay deseos que de por sí son peligrosos, como el amor, internet o la belleza. Hay otros que no son tan peligrosos, como la espiritualidad. Te pongo un ejemplo: la bondad. ¿A quién se le ocurriría que ser bueno es un deseo peligroso? Aparentemente, no. Lo que pasa es que puede llegar a ser peligroso si te excedes. Si te excedes en ayudar a los demás, más allá de lo que eres capaz de dar, te quemas.

-+Si  habláramos con nuestros deseos. ¡Nos tomarán por locos!
-Hablar con nuestros deseos es simplemente conectarte con el canal del deseo que, en un determinado momento, te está arrastrando. Por eso digo que hay que aprender a hablar con ellos, a retarlos. Conozco a gente que cuando ha tomado la idea se ha inventado su propio método y le ha funcionado muy bien. Lo más importante, aunque parece mentira, no son las estrategias, es ver lo inútil, estúpido o peligroso de algo. Cuando lo ves, automáticamente te retiras.

-Imagino que no hay nadie que no tenga apegos. ¿Para desapegarse de ellos, hay que tener un espíritu rebelde?
-Totalmente. Uno tiene que ser irreverente con ellos. Rebeldía no es salir gritando contra las cosas, es romper el esquema básico en el que estás metido y poner un nuevo paradigma de vida. En ninguno de los manuales que están saliendo ahora para ser feliz te dicen que hay que rebelarse contra las normas. Ser desapegado es, en cierto modo, ser un subversivo del orden establecido. A mí me gusta el concepto de subversión entendida como una rebelión interior.

-¿Cómo podemos saber si alguien es emocionalmente inmaduro?
-Son personas con baja tolerancia al dolor, no lo soportan. Tienen muy poca tolerancia a la frustración, les horroriza que las cosas no sean como ellos quieren que sean. Finalmente, diría que tienen una ilusión de permanencia, piensan que hay cosas que pueden durar para siempre, y una gran vulnerabilidad hacia el placer que hace que no tengan autocontrol.

-¿La crisis económica actual nos servirá para que nos demos cuenta de la energía que estamos perdiendo con cosas superfluas?
-Las crisis ayudan a eso, sin lugar a duda. Las crisis muestran lo superfluo, lo inútil y las necesidades que te habías creado y de las cuales puedes prescindir. Aprender a prescindir de algo o de alguien es muy importante; cuando lo haces, estás con un pie en la liberación. La crisis puede ser un gran terapeuta sin anestesia para los desapegos. Una crisis implica un cambio de valores y hace que las personas aprendan a desprenderse de muchas cosas por las malas.

-Sin anestesia. ¿Desapegarse de algo o de alguien es asumir que el dolor será inevitable?
-Claro. Una persona cambiará un sufrimiento inútil por un sufrimiento útil, que es el del duelo y la pérdida asumida.


¿PROBLEMAS DEL SUEÑO?



                                                ¿PROBLEMAS DEL SUEÑO?

Seguramente en alguna ocasión, te habrás preguntado cuantas horas debemos de dormir para estar realmente descansados.
Pero esto depende de diferentes factores.
Mientras algunas personas necesitan entre 5 a 6 horas, otras precisan de 10 o más
Cada vez son más las personas que tienen problemas de sueño.
Los estados emocionales y unos malos hábitos a la hora del sueño son algunas cosas de las posibles causas de problemas de insomnio.
Personas que sufren depresión, ansiedad y estrés sueles tener problemas tanto de a la hora de conciliar el sueño como de mantenerlo sin interrupciones.
La  calidad del sueño es tan baja que la falta de descanso interfiere en su vida cotidiana.
No dormir bien, o no lo suficiente, se ha convertido en un problema de salud.
Existen determinados fármacos que inducen al sueño teniendo como gran inconveniente la posible tolerancia y dependencia a dicho fármaco.
Por otro lado existen técnicas específicas y muy efectivas, como pueden ser diferentes tipos de relajación, que pueden reducir o eliminar la ansiedad y la tensión corporal, y como resultado conseguir que los músculos puedan relajarse, la mente de la persona sea capaz de desconectar, y poder disfrutar de un sueño reparador.
Estas técnicas precisan práctica  y entrenamiento para conseguir una relajación efectiva.
Pero también, muchísimos problemas de insomnio disminuyen o desaparecen tan solo adquiriendo determinados hábitos en relación con el sueño que ayuden, y no entorpezcan, el desarrollo de un descanso nocturno satisfactorio...







Algunas recomendaciones:
1º La mente debe asociar la cama y la hora de irse a dormir a esta con el sueño.
No use la cama para otras actividades que no sean el sueño o el sexo.
Es recomendable evitar las siestas dado que puede perturbar su ritmo normal.
Si debe tomar una siesta, solo descanse durante 30 minutos antes y nunca después de las tres de la tarde.
2º Determinar una hora tanto para despertar como para irse a la cama incluso, los fines de semana para ayudar al cuerpo a desarrollar un cronograma del sueño.
3º Prohibido las tareas entretenidas antes de acostarse.
Evite leer o mirar televisión.
Estos factores pueden hacer que el cuerpo y el cerebro asocien la cama con estas actividades, y no con dormir.
No pretenda coger el sueño si está leyendo una novela que le entusiasma.
4º Rutina antes de acostarse.
Haga lo mismo todas las noches antes de irse a dormir.
Por ejemplo,
Una ducha, cena, ver televisión o leer (fuera del dormitorio) durante media hora, encender lámpara de mesilla de noche, abrir las sabanas, lavarse los dientes y meterse en la cama.
Para dormirse, tendrá que aburrirse. No activarse.
Pronto conectara esta cadena de actividades con dormir, y hacerlas lo ayudara a tener sueño.
5ºEvitar consumo de cafeína y la nicotina de los cigarrillos durante las últimas horas del día.
6º cenas ligeras y evitar beber mucha agua por la tarde para no interrumpir el sueño al ir al baño.
7º Asegúrese que su dormitorio sea silencioso y oscuro.
Si el ruido es un problema use estrategias para camuflar el ruido como puede ser: poner un ventilador o usar tapones para os oídos.
8º  Practique ejercicio antes de irse a dormir.
9º Reserve un poco de tiempo para relajarse antes de irse a dormir.
Por ejemplo, dedique 30 minutos después de cenar en hacer alguna actividad que le relaje.
Es cierto que dormir y estar descansado es necesario para nuestra salud, pero tampoco debemos obsesionarnos si durante un tiempo no logramos dormir profundamente.

Existen muchos ejemplos de resiliencia respecto al sueño como por ejemplo, una guerra o incluso la maternidad, donde durante  meses el sueño suele ser interrumpido y el cuerpo se va habituando, poco a poco, a dormir menos horas que las acostumbradas que necesita.

NUNCA SABES LO FUERTE QUE ERES HASTA QUE SER FUERTE ES TU ÚNICA OPCIÓN





Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es tu única opción

Querida vida:
Cuando digo que nada puede ir peor es solo una pregunta, no un desafío. Tienes una gran habilidad para complicarme la existencia, reconócelo.
De todas formas, te lo agradezco, tu dureza me ha enseñado a no rendirmeGracias a ti he podido demostrarme lo fuerte que soy. Nunca hubiese aprendido tanto como en la adversidad. Cuanto más me dolía, cuanto más miedo sentía, cuanto más débil creía ser, más fuerte me hacía…
Parece que hay momentos en los que todo se da la vuelta y se rebela en tu contra. Eso te rompe y hay algo que grita de impotencia en tu interior. Desde luego, es complicado recomponerse cuando es el mundo el que te ha fallado, cuando te sientes solo o cuando crees que nada puede ir peor.
Entonces empiezas a acunarte en tu poder de aceptación y de cambio. Tu bienestar está dentro de ti y solo dependes de un amor que no ofrece resistencia, el amor propio. Sabes que no tiene sentido seguir presionándote y que la vida merece la pena con sus más y con sus menos.
Y, finalmente, te honras. Porque sabes que la superación es la llave de tu éxito, que el poder de la impotencia no te ha doblegado y que si tu mente ha resistido esto, podrás con todo lo que se te ponga por delante.

La historia de las dos ranas, un ejemplo de resistencia
Una vez, dos ranas que cayeron en un recipiente de crema y sintieron que se hundían. Era complicado nadar o flotar mucho tiempo en aquella masa espesa como arenas movedizas.
Al principio, las dos patalearon en la crema para llegar al borde del recipiente y solo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar. Una de ellas dijo en voz alta:
–No puedo más. Es imposible salir y, ya que voy a morir, no veo para que prolongar este dolor. No tiene sentido morir agotada por un esfuerzo estéril.
Y dicho esto, dejo de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco. La otra rana, más resistente o quizás más tozuda, se dijo:
–Es muy difícil avanzar en esta cosa, pero seguiré intentando a ver si encuentro el camino adecuado. No me daré por vencida, lucharé hasta mi último aliento, todo el tiempo que sea necesario y que pueda soportar.
Y siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar un centímetro. Horas y horas. Y, de pronto, de tanto patalear y agitar, agitar y patalear… La crema se transformó en manteca.
La rana sorprendida dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente; desde allí, se fue croando alegremente de regreso a casa.
Nunca debemos rendirnos. Siempre hay una posibilidad de salir a flote aunque nos parezca descabellada o no la contemplemos. De hecho, las situaciones adversas suelen sorprendernos por su capacidad para hacernos mirar la situación desde diferentes perspectivas.

No te rindas, aunque el frío queme…
“No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo.
 No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor, no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento. Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero, porque existe el vino y el amor, es cierto. Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron, vivir la vida y aceptar el reto. Recuperar la risa, ensayar un canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos.
(…)
Porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estás solo, porque yo te quiero”.
-Mario Benedetti-
Sé fuerte. Da igual la situación que estés atravesando. Sé fuerte. Todo pasa, nada es permanente, todo es temporal. No hay mal que cien años dure, tu vida mejorará. No te deprimas, pues tú haces de tus días lo que quieres que sean.

Aprovéchalos. Vívelos. Sonríe, vence tus temores. Llora si tienes que hacerlo, saca lo que llevas dentro. Pero jamás decaigas, porque en esta vida no tendrás carga tan grande que no puedas soportar.