sábado, 29 de agosto de 2015



La mayor reserva de agua de Tenerife sale del nivel crítico y se sitúa a la mitad de su capacidad

ylenia lorenzo
23.07.2013 | 02:00

El acuífero de Las Cañadas del Teide se recupera gracias a las lluvias de este año

"muy por debajo" debido al verano más seco de los últimos 64 años, según explicó ayer el consejero con delegación especial en Aguas del Cabildo, Jesús Morales.

Su nivel actual también se encuentra muy por encima de los resultados obtenidos de la primera muestra realizada por el Consejo Insular de Aguas (Ciaft), organismo dependiente del Cabildo, en el año 2000. De hecho, se ha conseguido recargar más agua en el acuífero de la que se extrae.

La capacidad freática más baja registrada fue a finales de 2003, cuando rozó los 1.817,5 metros de altitud, mientras que el pasado mes alcanzó los 1.821,5. Jesús Morales detalló que las consecuencias de la cantidad de precipitaciones caídas se evidencian seis meses después de que tengan lugar, por lo que durante el pasado mayo el agua subterránea del acuífero de Las Cañadas se encontraba a 1.821,1 metros de altitud. Esa leve diferencia "ha cubierto las expectativa" gracias a las precipitaciones caídas entre finales de 2012 y principios de 2013, puntualizó el consejero delegado.

Desde la estación de Montaña Majua se llevan a cabo los sondeos, que penetran 505 metros en el suelo de Las Cañadas. Mediante los estudios es posible medir el nivel freático, la conductividad eléctrica, la temperatura y el pH a tres profundidades diferentes.

Este conducto alcanza la dorsal Noroeste, con especial relevancia en municipios como La Guancha e Icod de los Vinos, y constituye la reserva hídrica más importante de la Isla, especialmente de cara al futuro. Las velocidades del flujo del agua subterránea máximas y mínimas se alcanzan en el centro del Valle de Icod-La Guancha y en el interior del Complejo Teide-Pico Viejo, respectivamente. El margen noroccidental del acuífero (Acantilados de La Culata, al sur de Garachico) es prácticamente la única zona que recibe agua de los territorios circundantes.

Jesús Morales informó de que de Las Cañadas salen las principales galerías de Tenerife, aquellas con mayor caudal de la Isla. Gracias a las precipitaciones de este año, el acuífero "se ha recargado" y eso significa que "no tendría por qué darse ningún problema para el abastecimiento durante este verano". En cuanto al sector agrícola, Jesús Morales afirmó que "habrá que esperar, porque aumentará la demanda y la capacidad es la misma". La situación de este año, no obstante, "no tendrá nada que ver con las tensiones que se produjeron en 2012", apuntó.

Destacó que los pozos y galerías producen actualmente el 82% del agua que se consume en Tenerife. Con este porcentaje se cubre el consumo de agua en la Isla, tanto urbano como turístico, al representar el 52% del total. La agricultura, por su parte, necesita del 40%. Al abastecimiento subterráneo disponible habría que sumar el suministro generado por las desaladoras, que tienen más importancia, sobre todo, en los municipios con mayor población y en las franjas costera

 la Isla cuenta con un total de 1.443 de estos manantiales, de las que 1.056 son galerías y 387 son pozos. De ellas, solo 630 aportan este tipo de recurso natural. Si se compara la situación del año pasado con la que tuvo lugar en 1985, se observa que el agua subterránea ha sufrido una reducción del 28%, lo que supone 58,4 hectómetros cúbicos menos al año.

Esta caída se debe a una merma en el caudal aportado por las galerías convencionales, que ha disminuido en un 37%, mientras que el de los pozos se mantiene constante. :                                                                                                                      "La presencia de flúor", afirmó Jesús Morales, que subrayó que desde el Cabildo se sigue trabajando para mejorar el abasto y sus características, de ahí que también se intente fomentar el uso del agua desalada.

EL DIA QUE COMIENZA A IRSE Y NO VUELVE







“Nada me molesta más que el atardecer que comienza a irse y no vuelve. Todo es suciedad, pues no nos molesta que las palabras salgan a la luz, sino que los demás sean culpables de lo peor.
La ciencia es algo que no se mastica o se come, es algo que nos identifica como seres humanos. Estamos listos para comenzar el trabajo encomendado de la certeza absoluta. Todos somos imbéciles que serán tocados de muerte y no se salvarán fácilmente. La verdad no se presenta así como así.
Es ansioso aquel que vive la verdadera realidad sin hacer más cosas que las que necesita. Todo es secreto, todo es extraño, la verdad se muere como si nada…”

EL AGUA

El agua      
1.-Conceptos básicos  2.-Estructura  y Propiedades 
3.-Funciones4.-Necesidades diarias
5.-Recomendaciones sobre su consumo6.-Contaminación del agua y salud

Conceptos básicos
El agua es el principal e imprescindible componente del cuerpo humano. El ser humano no puede estar sin beberla más de cinco o seis días sin poner en peligro su vida. El cuerpo humano tiene un 75 % de agua al nacer y cerca del 60 % en la edad adulta. Aproximadamente el 60 % de este agua se encuentra en el interior de las células (agua intracelular). El resto (agua extracelular) es la que circula en la sangre y baña los tejidos.
En las reacciones de combustión de los nutrientes que tiene lugar en el interior de las células para obtener energía se producen pequeñas cantidades de agua. Esta formación de agua es mayor al oxidar las grasas - 1 gr. de agua por cada gr. de grasa -, que los almidones -0,6 gr. por gr., de almidón-. El agua producida en la respiración celular se llama agua metabólica, y es fundamental para los animales adaptados a condiciones desérticas. Si los camellos pueden aguantar meses sin beber es porque utilizan el agua producida al quemar la grasa acumulada en sus jorobas. En los seres humanos, la producción de agua metabólica con una dieta normal no pasa de los 0,3 litros al día.
Como se muestra en la siguiente figura, el organismo pierde agua por distintas vías. Este agua ha de ser recuperada compensando las pérdidas con la ingesta y evitando así la deshidratación.


Estructura y propiedades del agua

La molécula de agua está formada por dos átomos de H unidos a un átomo de O por medio de dos enlaces covalentes. El  ángulo entre los enlaces H-O-H   es  de 104'5º. El oxígeno es más electronegativo que el hidrógeno y atrae con más fuerza a los electrones de cada enlace.
El resultado es que la molécula de agua aunque tiene una carga total neutra (igual número de protones que de electrones ), presenta una distribución asimétrica de sus electrones, lo que la convierte en una molécula polar, alrededor del oxígeno se concentra una densidad de carga negativa , mientras que los núcleos de hidrógeno quedan  parcialmente desprovistos de sus electrones y manifiestan, por tanto, una densidad de carga positiva.
Por ello se dan interacciones dipolo-dipolo entre las propias moléculas de agua, formándose enlaces por puentes de hidrógeno, la carga parcial negativa del oxígeno de una molécula ejerce atracción electrostática sobre las cargas parciales positivas de los átomos de hidrógeno de otras moléculas adyacentes.
Aunque son uniones débiles, el hecho de que alrededor de cada molécula de agua se dispongan otras cuatro molécula unidas por puentes de hidrógeno permite que se forme en el agua (líquida o sólida) una estructura de tipo reticular, responsable en gran parte de su comportamiento anómalo y de la peculiaridad de sus propiedades fisicoquímicas.

  

Propiedades del agua

Acción disolvente

El agua es el líquido que más sustancias disuelve, por eso decimos que es el disolvente universal. Esta propiedad, tal vez la más importante para la vida, se debe a su capacidad para formar puentes de hidrógeno.

En el caso de las disoluciones iónicas  los iones de las sales son atraídos por los dipolos del agua, quedando "atrapados" y recubiertos de moléculas de agua en forma de iones hidratados o solvatados.


La capacidad disolvente es la responsable de  que sea el medio donde ocurren las reacciones del metabolismo.


 

Elevada fuerza de cohesión.

Los puentes de hidrógeno mantienen las moléculas de agua fuertemente unidas, formando una estructura compacta que la convierte en un líquido casi incompresible. Al no poder comprimirse puede funcionar en algunos animales como un esqueleto hidrostático.

Gran calor específico.

También esta propiedad está en relación con los puentes de hidrógeno que se forman entre las moléculas de agua. El agua puede absorber grandes cantidades de "calor" que utiliza para romper los puentes de hidrógeno por lo que la temperatura se eleva muy lentamente. Esto permite que el citoplasma acuoso sirva de protección ante los cambios de temperatura. Así se mantiene la temperatura constante .

Elevado calor de vaporización.

Sirve el mismo razonamiento, también los puentes de hidrógeno son los responsables de esta propiedad. Para evaporar el agua , primero hay que romper los puentes y posteriormente dotar a las moléculas de agua de la suficiente energía cinética para pasar de la fase líquida a la gaseosa.
Para evaporar un gramo de agua se precisan 540 calorías, a una temperatura de 20º C y presión de 1 atmósfera.


     
 Las funciones del agua , íntimamente relacionadas con las propiedades anteriormente descritas , se podrían resumir en los siguientes puntos:              

   En el agua de nuestro cuerpo tienen lugar las reacciones que nos permiten estar vivos. Forma el medio acuoso donde se desarrollan todos los procesos metabólicos que tienen lugar en nuestro organismo. Esto se debe a que las enzimas (agentes proteicos que intervienen en la transformación de las sustancias que se utilizan para la obtención de energía y síntesis de materia propia) necesitan de un medio acuoso para que su estructura tridimensional adopte una forma activa.

    Gracias a la elevada capacidad de evaporación del agua, podemos regular nuestra temperatura, sudando o perdiéndola por las mucosas, cuando la temperatura exterior es muy elevada es decir, contribuye a regular la temperatura corporal mediante la evaporación de agua a través de la piel.
   Posibilita el transporte de nutrientes a las células y de las sustancias de desecho desde las células. El agua es el medio por el que se comunican las células de nuestros órganos y por el que se transporta el oxígeno y los nutrientes a nuestros tejidos. Y el agua es también la encargada de retirar de nuestro cuerpo los residuos y productos de deshecho del metabolismo celular.

  Puede intervenir como reactivo en reacciones del metabolismo, aportando hidrogeniones (H3O+) o hidroxilos (OH -)  al medio.

Ionización del agua  

El agua pura tiene la capacidad de disociarse en iones, por lo que en realidad se puede considerar una mezcla de :

             agua molecular (H2O )

             protones hidratados (H3O+ ) e

             iones hidroxilo (OH-)

En realidad esta disociación es muy débil en el agua pura, y así el producto iónico del agua a 25º es:

Este producto iónico es constante. Como en el agua pura la concentración de hidrogeniones y de hidroxilos es la misma, significa que la concentración de hidrogeniones es de 1 x 10 -7. Para simplificar los cálculos Sörensen ideó expresar dichas concentraciones utilizando logaritmos, y así definió el pH como el logaritmo decimal cambiado de signo de la concentración de hidrogeniones.

 

 Según esto:

                     disolución neutra    pH = 7 

                          disolución ácida      pH < 7 

                          disolución básica    pH =7    

En la figura  se señala el pH de algunas soluciones. En general hay que decir que la vida se desarrolla a valores de pH próximos a la neutralidad.

Los organismos vivos no soportan variaciones del pH mayores de unas décimas de unidad y por eso han desarrollado a lo largo de la evolución sistemas de tampón o buffer, que mantienen el pH constante . Los sistemas tampón consisten en un par ácido-base conjugada que actúan como dador y aceptor de protones respectivamente.
El tampón bicarbonato es común en los líquidos intercelulares, mantiene el pH en valores próximos a 7,4, gracias al equilibrio entre el ión bicarbonato y el ácido carbónico, que a su vez se disocia en dióxido de carbono y agua:


Si aumenta la concentración de hidrogeniones en el medio por cualquier proceso químico, el equilibrio se desplaza a la derecha y se elimina al exterior el exceso de CO2 producido. Si por el contrario disminuye la concentración de hidrogeniones del medio, el equilibrio se desplaza a la izquierda, para lo cual se toma CO2 del medio exterior.

   Necesidades diarias de agua
El agua es imprescindible para el organismo. Por ello, las pérdidas que se producen por la orina, las heces, el sudor y a través de los pulmones o de la piel, han de recuperarse mediante el agua que bebemos y gracias a aquella contenida en bebidas y alimentos.  
Es muy importante consumir una cantidad suficiente de agua cada día para el correcto funcionamiento de los procesos de asimilación y, sobre todo, para los de eliminación de residuos del metabolismo celular. Necesitamos unos tres litros de agua al día como mínimo, de los que la mitad aproximadamente los obtenemos de los alimentos y la otra mitad debemos conseguirlos bebiendo. 
  Por supuesto en las siguientes situaciones, esta cantidad debe incrementarse:
Al practicar ejercicio físico.

Cuando la temperatura ambiente es elevada.
Cuando tenemos fiebre.
Cuando tenemos diarrea.
En situaciones normales nunca existe el peligro de tomar más agua de la cuenta ya que la ingesta excesiva de agua no se acumula, sino que se elimina.
   Recomendaciones sobre el consumo de agua
Si consumimos agua en grandes cantidades durante o después de las comidas, disminuimos el grado de acidez en el estómago al diluir los jugos gástricos. Esto puede provocar que los enzimas que requieren un determinado grado de acidez para actuar queden inactivos y la digestión se ralentize. Los enzimas que no dejan de actuar por el descenso de la acidez, pierden eficacia al quedar diluidos. Si las bebidas que tomamos con las comidas están frías, la temperatura del estómago disminuye y la digestión se ralentiza aún más.
Como norma general, debemos beber en los intervalos entre comidas, entre dos horas después de comer y media hora antes de la siguiente comida. Está especialmente recomendado beber uno o dos vasos de agua nada más levantarse. Así conseguimos una mejor hidratación y activamos los mecanismos de limpieza del organismo.
En la mayoría de las poblaciones es preferible consumir agua mineral, o de un manantial o fuente de confianza, al agua del grifo.
Contaminación del agua y salud
 El agua al caer con la lluvia por enfriamiento de las nubes arrastra impurezas del aire. Al circular por la superficie o a nivel de capas profundas, se le añaden otros contaminantes químicos, físicos o biológicos. Puede contener productos derivados de la disolución de los terrenos: calizas (CO3Ca), calizas dolomíticas (CO3Ca- CO3Mg), yeso (SO4Ca-H2O), anhidrita (SO4Ca), sal (ClNa), cloruro potásico (ClK), silicatos, oligoelementos, nitratos, hierro, potasio, cloruros, fluoruros, así como materias orgánicas.
Hay pues una contaminación natural, pero al tiempo puede existir otra muy notable de procedencia humana, por actividades agrícolas, ganaderas o industriales, que hace sobrepasar la capacidad de autodepuración de la naturaleza.
Al ser recurso imprescindible para la vida humana y para el desarrollo socioeconómico, industrial y agrícola, una contaminación a partir de cierto nivel cuantitativo o cualitativo, puede plantear un problema de Salud Pública.
Los márgenes de los componentes permitidos para destino a consumo humano, vienen definidos en los "criterios de potabilidad" y regulados en la legislación. Ha de definirse que existe otra Reglamentación específica, para las bebidas envasadas y aguas medicinales.
Para abastecimientos en condiciones de normalidad, se establece una dotación mínima de 100 litros por habitante y día, pero no ha de olvidarse que hay núcleos, en los que por las especiales circunstancias de desarrollo y asentamiento industrial, se pueden llegar a necesitar hasta 500 litros, con flujos diferentes según ciertos segmentos horarios.
Hay componentes que definen unos "caracteres organolépticos", como calor, turbidez, olor y sabor y hay otros que definen otros "caracteres fisicoquímicos" como temperatura, hidrogeniones (pH), conductividad, cloruros, sulfatos, calcio, magnesio, sodio, potasio, aluminio, dureza total, residuo seco, oxígeno disuelto y anhídrido carbónico libre.
Todos estos caracteres, deben ser definidos para poder utilizar con garantías, un agua en el consumo humano y de acuerdo con la legislación vigente, tenemos los llamados "Nivel-Guía" y la "Concentración Máxima Admisible (C.M.A.)".
Otro listado contiene, "Otros Caracteres" que requieren especial vigilancia, pues traducen casi siempre contaminaciones del medio ambiente, generados por el propio hombre y se refieren a nitratos, nitritos, amonio, nitrógeno (excluidos NO2 y NO3), oxidabilidad, sustancias extraibles, agentes tensioactivos, hierro, manganeso, fósforo, flúor y deben estar ausentes materias en suspensión.
Otro listado identifica, los "caracteres relativos a las sustancias tóxicas" y define la concentración máxima admisible para arsénico, cadmio, cianuro, cromo, mercurio, níquel, plomo, plaguicidas e hidrocarburos policíclicos aromáticos.
Todos estos caracteres se acompañan, de mediciones de otros que son los "microbiológicos" y los de "radioactividad" y así se conforma, una analítica para definir en principio, una autorización para consumo humano. Lógicamente también contiene nuestra legislación, la referencia a los "Métodos Analíticos para cada parámetro".
Pese a las características naturales de las aguas para destino a consumo humano y dado su importante papel como mecanismo de transmisión de importantes agentes microbianos que desencadenan enfermedades en el hombre, "en todo caso se exige", que el agua destinada a consumo humano, antes de su distribución, sea sometida a tratamiento de DESINFECCIÓN.Página principal con marcos
Página anterior
Arriba
Página siguiente