miércoles, 19 de agosto de 2015

LA IRA ES LOCURA EL TIEMPO QUE DURA"


La ira no soluciona; empeora

Si bien es cierto que una cierta cantidad de ira es necesaria para nuestra supervivencia, siempre y cuando sepamos manejar la intensidad expresándola adecuadamente, lo que no podemos es ir atacando a cada persona que nos irrita, porque no solo causamos daño a los demás sino a nosotros mismos. Cuando aparece esa emoción incontrolable, desmesurada, que sientes que te come por dentro si no explotas, es porque en ese momento estás interpretando que la situación que estás viviendo es amenazante, por lo que tu cerebro, que siempre intenta protegerte, genera adrenalina, aumenta la frecuencia cardiaca y la presión arterial y hace que tu cuerpo responda de manera agresiva, (verbal o física), defendiéndose de lo que percibe como un ataque. Vivir en este estado de ira, en donde hasta la situación más insignificante nos molesta, genera estrés y ansiedad debido al continuo estado de alerta al que nos exponemos, e incluso depresión, por el alto nivel de insatisfacción que sentimos ya que, en la mayoría de los casos, tras estos episodios aparece el sentimiento de culpa y vergüenza arrepintiéndonos de tal comportamiento. Una vez más, la base del problema está en el mal uso del pensamiento, por lo que me reafirmo cuando digo que no solo debemos entrenar nuestro cuerpo, sino también nuestra mente. Por otro lado, tampoco debemos reprimir demasiado esta emoción. El objetivo trata de mostrar los sentimientos de enojo con asertividad, eliminando la agresividad y, por supuesto, sin olvidar nuestras necesidades y cómo obtenerlas sin perjudicar a los demás.
1- Racionaliza. Muchas veces la ira es causada por problemas muy reales, pero lo cierto es que tu enfado no va a solucionar nada, al contrario, hará que te sientas peor.
2- Pensamientos flexibles. Recuerda siempre que si magnificas tus pensamientos, automáticamente se magnifican tus emociones. Si tus pensamientos son exigentes, aparecerá la frustración y junto a ésta, la ira. Aprende a ser tolerante con los demás, entendiendo y aceptando que otros tengan una visión del mundo diferente a la tuya. No son ni mejores ni peores, tan solo diferentes. A la vez, practica la tolerancia contigo mismo. Convierte tus exigencias y expectativas en deseos.
3- Cuestiona tu reacción. ¿Realmente lo que me pasa justifica esta reacción?
4- Piensa en las consecuencias antes del estallido. Respira hondo y tómate tu tiempo antes de contestar. Piensa exactamente lo que vas a decir y reduce la velocidad de tu conversación. Desde el momento que pierdas los papeles, también pierdes la razón.
5- No cargues tu mochila de problemas sin resolver porque algún día el peso no te permitirá caminar. Reprimir emociones por evitar un conflicto es crear una guerra interna contigo mismo. El manejo de las habilidades sociales para aprender a hacer y encajar críticas de manera constructiva es esencial para gestionar esta emoción.
6- Las personas huyen de quien pierde el control por el mal clima que generan. Si quieres conservar tus relaciones sociales, no les agotes.
7- La práctica de ejercicio físico tiene unos resultados beneficiosos para todas las partes del cuerpo incluyendo la mente. Tu cuerpo producirá endorfinas que son hormonas que generan bienestar, te ayudará a conciliar el sueño y descargarás ansiedad y estrés.
8- Busca actividades placenteras y dedícales un tiempo. Una mente satisfecha, tiene poco espacio para el enojo.
“La ira es un ácido que puede hacer más daño al recipiente que lo almacena, que a cualquier cosa sobre la que se vierte” (Séneca)

  • "El que de la ira se deja vencer, se expone a perder".
  • "En caliente ni se siente".
  • "La ira acorta la vida".
  • "La ira es locura el tiempo que dura".
  • "Yo te castigaría, si no estuviese lleno de ira"                                                                                                                                                                                .“El fuerte no es el que supera gente por su fuerza, sino que fuerte es el que se controla mientras sufre de ira.”
 
La ira, esa emoción que me controla

La ira, esa emoción que me controla

La ira es una emoción que puede varíar en intensidad, desde una leve irritación a una intensa furia. Cuando la furia es extrema, va acompañada de cambios fisiológicos y biológicos, como el aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial; así como una elevación de los niveles hormonales de energía.


CÓMO SE EXPRESA LA IRA

La manera natural de expresar la ira, es responder agresivamente; es una respuesta natural ante las amenazas, con agresividad y un comportamiento capaz de luchar y defenderse cuando somos atacados.
Si bien es cierto que una cierta cantidad de ira es necesaria para nuestra supervivencia, no se puede atacar a cada persona que nos molesta o irrita, porque las normas y el sentido común se imponen. Mostrar los sentimientos de enojo de manera no agresiva, con asertividad es una forma sana de expresar el enojo, pero dejando claro cuáles son tus necesidades y cómo obtenerlas sin perjudicar a los demás.
El objetivo es suprimir la ira y convertirla en un comportamiento más constructivo, pero para ello no se permite la expresión externa, por tanto la ira puede volverse hacia el interior de tí mismo, y dar lugar a hipertensión o depresión u otros problemas, como el comportamiento pasivo-agresivo, es decir una manera de vengarse de las personas indirectamente, sin decirles por qué, o mostar una personalidad hostil.
Hay que resaltar que las personas que están criticando todo, no han aprendido a expresar su ira de manera constructiva, por lo que no es probable que tengan éxito en sus relaciones, y tendrá que controlar tanto su conducta externa, como sus respuestas internas, como reducir el ritmo cardíaco y tener calma.


CÓMO CONTROLAR LA IRA

Utiliza las siguientes herramientas para controlar la ira:
RELAJACIÓN
Utiliza herramientas sencillas de relajación, como visualizar imágenes, respiración y relajación profunda, que pueden ayudar a calmar los sentimientos de ira.
Respira profundamente, desde tu diafragma para relajarte y repite lentamente alguna palabra tranquila como relax o calma, y visualiza imágenes relajantes,que ayudan a relajar los músculos y te harán sentir mucho más tranquilo. Practica estas técnicas diariamente, y especialmente ante situaciones tensas.
REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA
Cambia la forma de pensar y ante situaciones tensas, ten pensamientos racionales y positivos; enfadarse no va a solucionar nada, al contrario, hará que te sientas peor. Las personas enojadas deben tomar conciencia de su naturaleza exigente y convertir sus expectativas en deseos.
RESOLVER PROBLEMAS
No creas que puedes solucionar todos los problemas que se te presentan; en vez de tratar de buscar solución al problema, céntrate en la forma de manejar y enfrentar el problema, y traza un plan para controlar tu evolución a lo largo del camino.
BUENA COMUNICACIÓN
Lo primero que debes de hacer si estás en una acalorada discusión, es reducir la velocidad y pensar tus respuestas, piensa cuidadosamente acerca de lo que quieres decir, y escucha con atención lo que la otra persona está diciendo, y tómate tu tiempo antes de contestar. Mantén la calma puede evitar que la situación se convierta en un desastre.
Puerto de la cruz a 19 de agosto de 2015
Miguel Ariza Cabello

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