domingo, 14 de febrero de 2016

LA PSICOLOGÍA DETRÁS DE LAS REDES SOCIALES

La psicología detrás de las redes sociales: el código de comportamiento no escrito

Personas populares en las redes: ¿cómo lo logran y qué objetivo persiguen?

La psicología detrás de las redes sociales: el código de comportamiento no escrito Imagen: Pixabay
Esteve Castells Calpe Esteve Castells Calpe Experto en Marketing digital
Las redes sociales son un medio de comunicación social que se centra en establecer un contacto con otros miembros mediante Internet. Este avance tecnológico nos ha brindado la oportunidad de forjar nuevas relaciones que a veces acaban pasando a ser amistades importantes en nuestras vidas.
Remontamos a mediados de los años 90 cuando aparecieron AOL (America Online) y BBS (Bulletin Board System), los dos primeros sitios web sociales de la historia de Internet. El primero de ellos lleva años de capa caída, o como diríamos en las redes sociales, “ha pasado de moda”. Y es que en este mundo tan cambiante pocos van a durar más de una década.
El segundo es un sistema que permitió en su día crear los primeros foros y hoy en día aún es usado por millones de personas, aún y haberse visto superado en funcionalidades por sus competidores.

Un cambio de paradigma: Los bichos raros

El hecho de que todos usemos las redes sociales nos lleva a pensar que primeramente, si no las usas eres diferente al resto. Todos podemos contrastar que en clase hemos tenido ese compañero que no tiene ningún perfil social y le miramos como el “bicho raro”, ya que no está a la última, pero realmente quizás no tiene la necesidad o no ha tenido la oportunidad, sin embargo esto nos lleva a juzgarle cuando a veces ni le conocemos.
Las redes sociales hoy en día son usadas más de dos horas de media por persona, eso quiere decir que hemos dejado de hacer cosas para dedicar nuestro tiempo interaccionar y crear comunidades en Internet. ¿Qué ha cambiado y que motivaciones nos han llevado a hacer tal cosa?

La motivaciones que tenemos al dar “Me Gusta”

Cuántas veces nos ha pasado que hemos hecho clic a “Me Gusta”, “Compartir” o “Re-Tweet” a alguien por el mero hecho de que queremos que se acuerde de nosotros o que nos devuelva la interacción cuando nosotros subamos una foto o compartamos un estado?
No nos engañemos, todos lo hemos hecho más de una vez.
Este hecho se debe a que las redes sociales alimentan nuestro ego y nuestra autoestima, y en este mundo dónde cada vez hay más individuos, necesitamos satisfacer nuestras necesidades de alguna manera y destacar sobre la media para lograr “ser alguien”.
Las redes sociales nos brindan la oportunidad de poder ponernos un antifaz y ser otra persona (o aparentar ser quien no somos) o por ejemplo también, de crear perfiles anónimos o falsos y hacer nuevos amigos. Todas estas oportunidades son aprovechadas para socializarnos, objetivo que no deja de ser la meta original de las redes sociales.

¿Ser “popular” en las redes sociales equivale a serlo en la vida real?

Un ingeniero informático realizó un experimento hace poco más de un año, creando un programa informático que realizaba la acción de “Me Gusta” a cada foto que aparecía por su “feed” en Instagram.
Ese experimento hizo que:
  • Cada día consiguiera 30 nuevos seguidores
  • Le invitaran a más fiestas
  • Más gente le paró por la calle porqué lo vieron en Instagram
Pero lo más sorprendente y que apoya la teoría antes mencionada, es que sus amigos le pedían que subiera más fotos porque se sentían en la obligación de devolverle estos “Me Gusta” que él había estado dando de manera automatizada y sin criterio.

Los seres humanos somos animales sociales por naturaleza y en muchos casos nos sentimos en la obligación de devolver las acciones recibidas en redes

Ese mismo efecto lo podemos ver aplicado en Twitter, dónde la gente utiliza la técnica de seguir masivamente a otros usuarios, esperando que estos sin conocerles de nada les devuelvan la interacción, y que funciona bastante bien pues el ratio es bastante elevado.
Siguiendo usuarios al azar en Twitter, tiene un retorno del seguimiento de entre un 10 y un 30% dependiendo de los intereses de los usuarios. Ahí queda el dato.

Conclusiones

Las redes sociales ayudan a aumentar (o disminuir) el ego y la autoestima de sus usuarios. Muchos de esos usuarios se sienten en deuda con las personas que les han seguido o han realizado una interacción con ellas, creando un “código de comportamiento” que no está escrito en ningún sitio pero que se ha extendido en las redes sociales y es aceptado por la gran mayoría de usuarios.
La popularidad de las personas en las redes sociales se transmite hoy en día a la realidad, obteniendo estas más poder de influencia sobre los demás.
Como último insight, podemos decir que el mundo online (Internet, Redes sociales…) y el mundo offline (la vida real) se están uniendo cada vez más y acabarán por tratarse como un solo ente.

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