El saber
En mi adolescencia, pensé que no sabía nada y casualmente comencé a jugar al dómino con un maestro que tuve, y medio clases en el colegio.
Dicho maestro se llamaba Domingo, hacíamos partidas de domino de dos para dos y también al llamado pase y a la guerra fina,
Pues cual fue mi asombro en el transcurrir de los días y meses que a dicho maestro lo solía dejar limpio de los bolsillos a diario.
Pensé, el por qué le ganaba las partidas y el dinero a Domingo mi maestro el que tenía como el sabelotodo y casi un dios para mí, ahí fue cuando me di cuenta que nadie lo sabe todo.
Y cuando se quiere saber una cosa, lo mejor que se puede hacer es preguntarla.
Si tenemos maestros que saben y no hablan, como vamos aprender los que no sabemos.
El sabio enseña a través de sus actos.
Lo más importante en esta vida, no es saber dondé estás, sino lo que quieres.
Y termino este relato deprisa y corriendo ya que lo que suelo decir lo hago espontáneamente.
Solo sé que no se nada.
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