¿QUIEN TOCA LA PUERTA ES EL DESTINO?
Contra la soledad, la tristeza, el desacompañamiento o el abandono, solo se necesita un poco de amor. El diálogo es bueno, porque siempre será un puente fiable y mejorará la comunicación. La alegría no conoce los encierros, los destierros ni las soledumbres. Sin amor, el tiempo es una tortura, el espíritu se aflige y todo se convierte en una larga y penosa agonía. ¿Para qué llevar luto, si hay que vestir con colores en la primavera? ¿Por qué tiene que esculpirnos la expresión del rostro, la amargura o el sufrimiento? ¿Existen reglas para amar o en el amor?¿Acaso la experiencia, tarde o temprano no asesina a la teoría? Pienso que se debe amar tantas veces, como cuantas veces toque el amor a nuestra puerta.
Contra la soledad, la tristeza, el desacompañamiento o el abandono, solo se necesita un poco de amor. El diálogo es bueno, porque siempre será un puente fiable y mejorará la comunicación. La alegría no conoce los encierros, los destierros ni las soledumbres. Sin amor, el tiempo es una tortura, el espíritu se aflige y todo se convierte en una larga y penosa agonía. ¿Para qué llevar luto, si hay que vestir con colores en la primavera? ¿Por qué tiene que esculpirnos la expresión del rostro, la amargura o el sufrimiento? ¿Existen reglas para amar o en el amor?¿Acaso la experiencia, tarde o temprano no asesina a la teoría? Pienso que se debe amar tantas veces, como cuantas veces toque el amor a nuestra puerta.
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