miércoles, 28 de enero de 2015
Se quejan los nuevos dirigentes griegos de que los anteriores gobernantes se han llevado hasta los ordenadores de los despachos y todos los papeles. No queda nada.
Me parece que fue el presidente Calvo-Sotelo quien dijo en sus memorias que cuando accedió a su despacho en La Moncloa, tras haber abandonado el mismo Adolfo Suárez, observó la existencia de una caja fuerte, cerrada y sin la llave puesta.
Preguntó por la llave y nadie sabía nada de ella. Llamaron a un cerrajero para que abriera la caja, porque se suponía que en su interior estarían los secretos de Estado muy bien guardados y que el nuevo presidente necesitaría conocer.
Llegó el cerrajero, abrió la caja y ¿saben lo que había dentro? Nada, absolutamente nada. Ni un papel, ni una instrucción. Sólo una gacetilla en un posit amarillo que revelaba la combinación de la propia caja.
En Grecia, los de Siryza se han encontrado sin ordenadores y sin sistema informático. Los anteriores se lo habían llevado todo para no dejar rastro. No queda nada de la Administración anterior, al menos en algunas dependencias importantes del Estado.
Grecia tendrá que hacer ahora su propia transición, en un país hundido en la miseria. Yo tengo muy poca fe en los que han entrado, lo mismo que tengo muy poca fe en sus homónimos españoles, los señores de Podemos, que ya maman sin todavía empezar a gobernar.
España se ha convertido en un país difícil de querer. Nos han freído a impuestos, han hecho saltar por los aires a la clase media y en pocos meses se van a celebrar cuatro comicios que van a dejar al país desarmado: los de Andalucía, los municipales y autonómicos de mayo, las elecciones de Cataluña de septiembre y las generales de noviembre, enero o cuando sean. Esto no habrá quien lo resista.
Y lo peor de todo es que se han quedado sin argumentos. ¿Vieron a Rajoy con Pedro Piqueras? Ni un rayo de esperanza. No dijo nada. Sí, que crecemos más que Alemania y que Francia, pero ¿y la economía que tiene que llegar a las familias? ¿Y el futuro de las pymes y autónomos? ¿Y el crédito bancario?
Los griegos se han llevado los ordenadores, Calvo-Sotelo se encontró con una caja vacía, lo mismo que se la encontrarán los que entren en La Moncloa cuando toque. ¿Y si entra Podemos, qué será de nosotros? ¿Será capaz el PSOE de desenterrar el Frente Popular, que por cierto dio lugar a la guerra civil? ¿Es que estos tíos no saben historia?
Acabo de ver una gran película de Trueba, “Belle Epoque”. Qué pena que la República perdiera tan pronto su autoridad. Porque aquellas libertades extraordinarias nos hubieran hecho ser un país progresista. La ambición de la izquierda, su poca generosidad, dio lugar a una guerra de tres largos años y un millón de muertos y a una dictadura de cuarenta años que el pueblo español no merecía. ¿Podría pasar lo mismo ahora? Hombre, guerra no, ni creo que dictadura, pero desánimo y pobreza, desde luego. Cuidado con los nuevos frentes populares.
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