Comares es un
pueblo pintoresco, que desde la antigüedad ha fascinado a propios y
extraños, debido en gran parte a lo escarpado y abrupto del terreno
donde se asienta la población. El lugar está lleno de barrancos,
caseríos y cortijos diseminados alrededor del monte.
El origen de su nombre se encuentra en el vocablo árabe Qumaris o Hins Comarix, que
significa castillo en la altura. En esta instantánea podeis observar
los restos de uno de los torreones de la fortaleza árabe, construida a
su vez sobre otra romana.
Las crónicas relatan que en el castillo de Comares cabían unas 15.000 almas, y estaba concebido como una fortaleza cuadrada, sostén
y residencia de la familia Axquilula, quienes unidos a sus familiares
de Málaga y Guadix tuvieron en jaque durante mucho tiempo al poderío de
los nazaritas.
Algunos rincones de Comares están impregnados de una serena belleza, y
en ellos todavía podemos encontrar ese intimismo de las contrucciones
moriscas de antaño.
Procesión en honor a San Hilario de Poitiers celebrada el pasado 16
de Enero del 2011, con la imágen del santo recorriendo las estrechas
calles del pueblo.
Dos son las leyendas o historias que relatan
el patronazgo del obispo y confesor galo San Hilario de Poitiers
(315-368) por los comareños. La primera narra la sublevación de un grupo
de mozárabes en enero de 1442 por la explotación a que estaban
sometidos bajo las leyes musulmanas. Dado que los hechos coincidieron
con la festividad de San Hilario, se le concedió el título de patrono en
memoria de aquellos cristianos comareños que en su nombre salieron a la
lucha por la defensa de sus derechos.
La otra versión cuenta que en los tiempos en que el pueblo temía la
llegada de una epidemia de peste que ya estaba afectando a los pueblos
colindantes, se pidió ayuda y protección al santo, y al responder éste,
impidiendo la entrada de la enfermedada, el pueblo, agradecido, le
otorgó el título de protector y patrono.
Otra de las particularidades de la procesión, es que en su recorrido,
el patrón va acompañado por las pandas de verdiales, que tocan en su
honor.
Momento del encierro en la Iglesia de Nts Sra de la Encarnación, uno
de los instantes más emotivos cuando los devotos le arrojan flores y la
panda de verdiales le canta al Santo.
San Hilario de Poitiers lució un precioso adorno floral durante la
procesión, como podéis observar en este detalle de la ornamentación del
trono.
Altar mayor de la Iglesia de Ntra Sra de la Encarnación, construida
sobre la antigua mezquita y reconstruida tras su derrumbre en 1539.
Cuenta la leyenda que la creación de la capilla del Rosario (hoy del
Sagrario), se debe a un marinero que, a punto de naufragar frente a las
costas de Torre del Mar, prometió, si se salvaba, levantar una capilla
en la primera iglesia que vieran sus ojos, siendo la de Comares la
primera que vio a pesar de su lejanía.
La Iglesia conserva una de las muestras del barroco en la Comarca de
la Axarquía, debido a las obras de restauración acometidas al principios
del siglo XVII, donde se construye la capilla del Santísimo, con planta
octogonal y pilastras y bóvedas semiesféricas de nervios, muy decorada
con yeserías de motivos vegetales, espejos y veneras.
También es de reseñar el impresionante artesonado mudéjar de la
cubierta, obra del carpintero veleño Pedro Diaz, siendo la armadura
cuadrada más grande de la Diócesis de Málaga.
Os dejo algunos videos de las pandas, en sus luchas de fiesta por las calles de Comares.
Fotografías Pepe Valdés
Axarquiaviva 2011
axarquiaviva@hotmail.es
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Nos acercamos hoy a Salares, con la
excusa de la celebración
del X Festival Arábico Andalusí, celebrado el pasado mes de Septiembre,
en este bellísimo pueblo de la Comarca malagueña de la Axarquía.
Los romanos la llamaron Salaria Bastitanorum, de donde se deriva su
actual nombre. Se cree que pudo ser asentamiento de fenicios, griegos y
cartagineses, aunque los restos arqueológicos de mayor importancia,
hallados en su término, sean de la presencia romana. Pasó después a
manos visigodas hasta la invasión musulmana, y posteriormente, en 1487, a
manos cristianas, entregándose a los Reyes Católicos al mismo tiempo
que las poblaciones vecinas de la Axarquía.
La población se extiende al sur de la Sierra Almijara, a 579 m sobre
el nivel del mar. En la parte central un barranco flanquean los Cerros
de Cuascuadra, Guzman y Peñas Blancas. Riegan el temino municipal el rio
de Salares y el arroyo Tazones que favorecen el cultivo de frutales,
citricos, leguminosas y viñedos. Casi toda la cosecha de las viñas se
dedica a producción vinícola. Se recolecta una variedad de uva negra, la
famosa
rome, de racimos apretados que en estas tierras da un vino excelente, con un sabor muy peculiar y distinto a los demás.
Sobre el nucleo urbano destaca la torre alminar de la iglesia de
Santa Ana, de estilo mudéjar y planta cuadrada. Data de los siglos XIII y
XIV. La Iglesia actual se ubica sobre los restos de una mezquita a cuyo
alminar se le agregó un cuerpo de campanas. Está levantado en fábrica
de ladrillo rojo, con dos cuerpos y cuatro vanos rehundidos, con
magníficos paños de sebka. La torre alminar fue declarada monumento
histórico artistico nacional en 1979 y es una de las obras más bellas
del arte almohade en la península.
A escasos metros de la iglesia puede verse la Casa Torreón, una joya
de la arquitectura popular andalusí, que se conserva en perfecto estado,
aunque todo el casco antiguo es un monumento en si mismo. El conjunto
forma un conglomerado de calles estrechas y sinuosas, con grandes
desniveles que le dan un aspecto de pueblo de juguete, como si de un
belén viviente se tratase, destacando la blancura de sus casas
encaladas, como detenidas en el tiempo.
Las paredes de sus calles muestran un grosor de contundencia que
abriga de los fríos invernales y aísla de los calores estivales. Las
calles parecen derrumbarse hacia la parte baja sin ningún tipo de orden
establecido, al capricho del terreno que es quien dibuja su estructura, y
que aún conserva entre arcos y adarves, su esencia morisca.
Actuación del grupo de danza oriental
Duendes de Oriente por las calles de Salares en el X Festival Arábe Andalusí 2010.
Fotografías Pepe Valdés
axarquiaviva@hotmail.es