Donde manda capitán... La
relación jefe - subordinado
Un jefe no es aquel
que simplemente manda. Debe ser un amigo más de sus empleados que colabore en
todo lo que ellos necesiten para sacar adelante su trabajo, así mismo, los
subalternos se sentirán confiados y responderán con más ahínco a las tareas a
las que fueron asignados
En algún momento de
nuestra vida ha existido alguien que directa o indirectamente consideramos como
jefe. Lo sentimos así porque ejerce un mando que nos obliga a trabajar de una
manera diferente, ya que debemos responder por algo que nos ha sido asignado y
por lo cual se debe actuar de una manera seria y coherente.
El presente artículo
dará algunos parámetros acerca de la idea de mando y cómo se manifiesta éste en
los líderes o jefes que existen en una organización creando diferentes tipos y
personalidades según los comportamientos que dichas personas presenten.
Para iniciar, podemos
definir el mando como el manejo que se ejerce sobre alguien, buscando que se
realicen labores a través de órdenes y disposiciones; en una compañía debe
entenderse no como algo que ejerza presión sobre los trabajadores, sino como la
parte que más colabore para lograr los objetivos tanto individuales como
empresariales.
Un jefe, por lo tanto,
debe propender porque sus subordinados trabajen de la mejor manera y tengan
todos los recursos necesarios a su disposición en el momento que los requieran.
Además, deben motivar y estimular las capacidades de cada individuo, apoyando
sus ideas y destacando sus logros, para sacar de ellos todo el potencial que
estén dispuestos a entregar.
Desafortunadamente no
todos los jefes siguen este propósito. Así como existen algunos que tienen la
facilidad de relacionarse con todo el mundo generando confianza, hay otros que
no toleran el trato con sus subalternos o simplemente los determinan para
sentirse dominantes al verlos como algo que nunca estará a su “altura”.
Sin embargo, el
empleado también debe poner de su parte para ganar esta confianza y encontrar
en su jefe un aliado incondicional para la consecución de sus propósitos.
Recordemos que un cambio en la actitud del uno influye en la del otro y
viceversa.
Si el jefe observa que
su empleado trabaja bien, el primero se sentirá bien y seguirá luchando porque
esa tónica no cambie, o si el subordinado siente que su jefe lo trata mal, el
trabajador no hará su labor de la mejor forma al sentirse herido, desprotegido
y sin alguien que lo apoye.
Jefe y subordinado; si faltara alguno de
los dos, el otro tampoco existiría
Es muy importante
también que un empleado tenga una buena imagen de su jefe, ya sea por su
prestigio o las condiciones profesionales y humanas que siempre ha mostrado.
Esta confianza dará seguridad al empleado quien estará de acuerdo con las
disposiciones que tome el jefe el cual encontrará un clima de respaldo
apropiado que redundará en beneficios para las 2 partes.
Como condiciones que
debe tener alguien que aspire a mandar un grupo están las de ser responsable
con el trabajo asignado, meterse en la mente del subalterno para conocer sus
fortalezas y debilidades, así como sus aspiraciones y sus miedos, tener
conocimientos administrativos y organizativos, etc., además debe tener consigo
todas las características derivadas de la Inteligencia.
El jefe debe conducir
a sus empleados. Él es quien traza el camino a seguir dictaminando qué se debe
hacer y cómo se va a hacer. Además vigila que se cumplan todas sus órdenes siendo totalmente imparcial.
Debe ser ejemplo en todo sentido para sus empleados analizando que éstos se
esforzarán por imitar su labor y liderazgo.
En síntesis, el mandar
no es algo fácil. Se deben tener también capacidades intelectuales que sólo se
encuentran en los verdaderos jefes. Combinando conocimientos y aptitudes con
toda seguridad surgirán individuos que llevarán a buen término la dirección de
un grupo.
A la vez cuando se
denomina jefe y uno que ni es empleado es el que decide y manipula de tal forma
que es este el verdaderamente es el que manda sobre él jefe y el resto de los
empleados y en la empresa se hace lo que él manipulador decide.
Ya se fueron dos
empleados, no descartándose que se vayan más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario