“Hablar de amor es hablar de una necesidad humana”, es un artículo en base a un análisis personal sobre la relación del comportamiento humano, su inteligencia emocional y las relaciones interpersonales, que afectan a su desempeño en la organización por ende, ya que no se desenvuelven e integran adecuadamente en la sociedad donde habitan, basada en las enseñanzas del maestro Erich From y su libro “EL Arte de Amar”.
Una canción muy famosa dice que en una estrofa “el amor esta en aire” (Love is in the air), frase simple pero a la vez profunda, que secretos físicos, biológicos, espirituales se desvelan tras el amor…¿por qué razones el ser humano durante su vida lucha, literalmente, por encontrarlo; se desvela en sus noches sufriendo, orando, pidiendo al universo le conceda encontrar a aquella persona que complemente su vida? Esto por citar los más efímeros ejemplos de los que muchos de nosotros vivimos a lo largo de los años, desde que descubrimos la atracción hacia otra persona; la atracción física en una primera instancia hasta llegar en muchos casos a desarrollar un vínculo emocional muy similar al que se puede mantener con la familia donde nos criamos o nacimos.






Que simple la pregunta puede parecer, pero surge otro cuestionamiento ¿Qué lleva a los científicos, médicos, siquiatras, filósofos, sociólogos, hasta a las personas comunes, en las cuales me incluyo, a tratar de entender que es eso que le decimos Amor, y lo categorizamos como sentimiento?
Esta reflexión no entra en las categorías religiosas del amor hacia la humanidad, quiero centrarme en la preocupación de la sociedad, del amor de pareja. Qué problema ha sido a lo largo de la historia de la humanidad, de la que tenemos conocimiento el amor. EL amor se ha tornado parte de la existencia humana, al punto de llevarla incluso a pasar por los peores desencantos, depresiones, guerra entre naciones, tristezas y como resultado enfermedades. Porque si es claro, la tristeza enferma, no es como dicen el viejo adagio popular, “el amor mata, me muero de amor”, es que la tristeza al ser humano lo consume, lo va drenando al punto que lo puede llevar acabar con el mismo. Y el amor tiene ese pequeño o gran defecto, en ocasiones y quizás muy frecuentemente para algunos trae tristezas.