Cuando Carlos III
accedió al trono de España en 1759, ya llevaba 25 años siendo Rey de
Napoles y Sicilia. Y precisamente en esa zona de Italia funcionaba con
gran exito un juego de lotería llamado "la beneficiata". Fue por ello
que, a instancias ministro de Hacienda, el italiano Marqués de
Esquilache, fue instaurado dicho juego en nuestro país para "beneficio
de los hospitales y otras obras pías. Era la Lotería de Números o
Lotería Primitiva. Era el año 1.763.
Y la actual Lotería Nacional de billetes aparecio en España durante la
Guerra de la Independencia. D. Ciriaco González Carvajal, Ministro del
Consejo y Cámara de Indias, pensó en "un medio de aumentar los ingresos
del erario público sin quebranto de los contribuyentes".
De esta forma, presento un proyecto de Loteria ante las Cortes Generales
y Extraordinarias en Cadiz, cuyo precedente era la existente en Nueva
España, actual Mexico, desde 1771.
La propuesta tuvo una acogida muy favorable, y en sesión de 23 de
noviembre de 1.811 de las Cortes de Cádiz fue aprobada sin un sólo voto
en contra.
Esta Lotería, cuya instrucción se publicó el 25 de diciembre de 1.811,
fue denominada por el pueblo "Lotería Moderna" para diferenciarla de la
lotería de números o Lotería Primitiva.
El 4 de marzo de 1.812, quince días antes de que se proclamara la
primera Constitución española, se celebró en Cádiz el sorteo de esta
nueva modalidad de Lotería.
Al principio estuvo circunscrita a Cádiz y San Fernando. Más tarde saltó
a Ceuta, y según iban retirándose los ejércitos napoleónicos se iba
extendiendo su venta, primero al resto de Andalucía y después por toda
España.
El último sorteo de la Lotería Moderna que se celebró en Cádiz tuvo
lugar el día 27 de enero de 1.814, cambiando su sede a Madrid que
estrenó sorteo el día 28 de febrero de 1.814.
Esta loteria tuvo una gran acogida por parte de la gente, y ya entre
1815 y 1817 duplicaba los ingresos de la Loteria Primitiva. Como dato,
en 1817 funcionaban en España 497 administraciones de loteria, 25 de las
cuales estaban en el casco de Madrid. Solo dos del casi medio millar de
administraciones estaban regentadas por mujeres, una en Barcelona y
otra en Murcia.
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NACE LA LOTERIA
La actual Lotería Nacional de billetes nació en España durante
la Guerra de la Independencia. D. Ciriaco Gonzalez Carvajal, Ministro
del Consejo y Cámara de Indias, pensó en "un medio de aumentar los
ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes".
Ante las Cortes Generales y Extraordinarias en Cádiz, presentó
un proyecto de Lotería, cuyo precedente era la que existía en nueva
España, actual Méjico, desde 1.771 y cuyo establecimiento se debió a
Carlos III.
La propuesta tuvo una acogida muy favorable y, en sesión de 23
de noviembre de 1.811 de las Cortes de Cádiz, fue aprobada sin un sólo
voto en contra. Esta Lotería, cuya instrucción se publicó el 25 de
diciembre de 1.811, fue denominada por el pueblo " Lotería Moderna" para
diferenciarla de la Lotería de números o "Lotería Primitiva" instituida
en 1.763, por el Ministro de Hacienda de Carlos III, Marqués de
Esquilache.
El 4 de marzo de 1.812, quince días antes de que se proclamara
la primera Constitución de nuestra historia, se celebró en Cádiz el
sorteo de esta nueva modalidad de Lotería, de acuerdo con las normas
establecidas en la instrucción, cuyo preámbulo rezaba así:
"INSTRUCCION DE LA LOTERIA NACIONAL DE ESPAÑA
QUE HA DE ESTABLECERSE EN CADIZ"
"Las Cortes Generales y Extraordinarias de la Nación, enteradas del
proyecto que les fue presentado de una Lotería que se ha de nominar
Nacional, y ha de ser igual a la que hace muchos años se halla
establecida en Nueva España; se sirvieron autorizar al Consejo de
Regencia de España e Indias para que lo llevase a efecto del modo que
considere más útil y conveniente. En consecuencia, S. A. considerando
que este puede ser un medio de aumentar los ingresos del erario público
sin quebranto de los contribuyentes, y atendiendo a que los fondos que
se versen en este juego, sean manejados con fidelidad, sin agravio ni
perjuicio del público interesado; para que estos fines se consigan, ha
tenido por conveniente autorizar con su suprema aprobación a los señores
D. Antonio Romanillos, Ministro decano del Consejo Supremo de Hacienda,
y D. Ciriaco Gonzalez Carvajal, del Consejo y Cámara de Indias, para
jueces conservadores del establecimiento".
La Lotería Nacional al principio estuvo circunscrita a Cádiz y
San Fernando, más tarde saltó a Ceuta, y según iban retirándose los
ejércitos napoleónicos se iba extendiendo su venta, primero al resto de
Andalucía y después por toda España. El último sorteo de la Lotería
Moderna que se celebró en Cádiz tuvo lugar el día 27 de enero de 1.814,
cambiando su sede a Madrid que estrenó sorteo el día 28 de febrero de
1.814.
Muy pronto se marcó una decidida preferencia del público por
la Lotería Moderna, frente a la Primitiva, que quedaba patente en las
cifras de ventas. En el periodo de 1.815 a 1.817 la Lotería Moderna
duplicaba los ingresos de la Primitiva y en los dos años siguientes los
doblaba con creces. En 1.817 funcionaban en España 497 administraciones
de Lotería, de las cuales veinticinco estaban situadas en el casco de
Madrid y cinco estaban en el casco urbano de Barcelona, siendo
desempeñadas todas por varones, excepto dos, una en Barcelona y otra en
Murcia, regentadas por mujeres.
EL DÉCIMO DE LOTERIA, VEHICULO CULTURAL
Desde 1960, la Lotería Nacional ilustra sus billetes con temas
monográficos variados que ofrecen a los aficionados la posibilidad de
conocer las más diversas materias artísticas, científicas, literarias,
etc., convirtiendo así el décimo en un excelente vehículo cultural,
además de constituir un magnífico entretenimiento a través del
coleccionismo.
En 1992 se celebraron los actos conmemorativos del V
Centenario del Descubrimiento de América; Lotería Nacional, consciente
de la magnitud del evento, no quiso permanecer al margen y, como
aportación a la tarea común dio a conocer la elaboración y realización
de aquella gesta mediante las ilustraciones impresas en sus billetes.
La temática relacionada con el descubrimiento de América se
inició en 1983, siendo la <<génesis del Descubrimiento>> el
título que dio comienzo a la serie.
En 1984 y 1985, las ilustraciones de los décimos versaron
sobre <<Las Culturas Precolombinas>>; en 1986 el tema lo
constituyó <<El Proyecto de Colón>>, y en 1987 con el título
de <<Iberoamérica: desde el Descubrimiento hasta la
Independencia>>, se puso fin a esta serie de temas dedicados al
Descubrimiento de América, que se ha desarrollado a lo largo de 5 años.
En el año 1988 en que se cumplía el II Centenario de Carlos
III, monarca bajo cuyo mandato nacía en 1763 la Lotería en nuestro país,
y sumándose a los actos que se llevaron a cabo para conmemorar este
acontecimiento se plasmaron en hermosas viñetas a todo color los
diversos personajes y hechos relacionados con el mandato de este popular
rey, reunidos bajo el título de <<Carlos III y la
Ilustración>>.
En el año 1989 se inició un nuevo e interesante tema demarcado
acento cultural, titulado <<Bellezas de España>> donde
quedó reflejado semana tras semana una pequeña muestra de los hermosos
monumentos, paisajes pintorescos y lugares típicos de nuestro país, que
concluyó el año 1990.
El tema monográfico con que Lotería Nacional ilustra a sus
décimos durante el bienio 1991-1992, <<Arquitectura Popular
Española>>, se entronca con el titulado <<Bellezas de
España>>.
Durante el año 1993 el tema fue <<Pintura y Escultura
Española>>, durante 1994 <<Castillos de España>>, el
año 1995 las ilustraciones de los décimos estuvieron dedicadas al
<<Arte Romano en España>>. En los años 1996, 1997 y 1998 las
ilustraciones corresponden al tema <<Arte en las Catedrales
Españolas>>.
En el año 1999 el tema monográfico se dedicó a
<<Naturaleza y Flora>> típicos del entorno geográfico de
nuestro país, así como a la <<Ingeniería Española>>.
Durante los años 2000 y 2001, las ilustraciones de los décimos
estuvieron dedicadas a la <<Artesanía Española>> ofreciendo
una inmejorable muestra de productos de todos los rincones del
territorio
El año 2002 el tema de los décimos fue <<Deportes>>.
Las ilustraciones de los años 2003 y 2004, no desarrollaron
un tema general concreto, habiéndose dedicado a aniversarios y
efemérides de diversas Asociaciones e Instituciones.
En el año 2005 la Lotería Nacional retoma la tradición de
ilustrar sus billetes con temas monográficos, con una magnífica
colección de Relojes de época conservados en distintos Palacios,
propiedad de Patrimonio Nacional, sin perjuicio de contribuir, en
algunos casos, a la difusión de determinados eventos y conmemoraciones
varias.
En el año 2006, 2007 y 2008 las ilustraciones de los billetes
de Lotería Nacional están dedicadas al tema monográfico "FAROS DE
ESPAÑA", sin perjuicio de difundir algunos eventos y conmemoraciones de
interés general.
Los temas de los billetes de Lotería Nacional desde el año 1960 han sido los siguientes:
TEMAS DE LOS BILLETES DE LOTERÍA NACIONAL
AÑO TEMA
1960 LA MUJER EN LA PINTURA ESPAÑOLA
1961 ARTES Y OFICIOS POPULARES
1962 MONUMENTOS ESPAÑOLES
1963 EL JUEGO (LOTERÍA, JUEGOS INFANTILES, ETC.)
1964 EL FIRMAMENTO
1965 RUTAS ESPAÑOLAS
1966 FIESTAS POPULARES
1967 LA ESCULTURA EN ESPAÑA
1968 DEPORTES
1969 REFRANERO POPULAR
1970 EL MAR
1971 TAUROMAQUIA
1972 EL NIÑO EN EL ARTE ESPAÑOL
1973 ESPAÑA CRECE
1974 EL LIBRO ESPAÑOL
1975 FILATELIA
1976 LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL
1977 LAS PROVINCIAS EN ESPAÑA
1978 LOS RECURSOS NATURALES
1979 TRANSPORTES TERRESTRES
1980 PANORAMA HISTÓRICO DEL PERIODISMO ESPAÑOL
1981 TEATRO ESPAÑOL
1982 MUNDIAL 82
1983 LA GENESIS DEL DESCUBRIMIENTO
1984 CULTURA PRECOLOMBINA. PRIMERA PARTE
1985 CULTURA PRECOLOMBINA. SEGUNDA PARTE
1986 EL PROYECTO DE COLON
1987 IBEROAMERICA: DESDE EL DESCUBRIMIENTO HASTA LA INDEPENDENCIA
1988 CARLOS III Y LA ILUSTRACIÓN
1989 BELLEZAS DE ESPAÑA
1990 BELLEZAS DE ESPAÑA
1991 ARQUITECTURA POPULAR ESPAÑOLA
1992 ARQUITECTURA POPULAR ESPAÑOLA
1993 PINTURA Y ESCULTURA ESPAÑOLAS
1994 CASTILLOS DE ESPAÑA
1995 ARTES ROMANO EN ESPAÑA
1996 ARTE EN LAS CATEDRALES ESPAÑOLAS
1997 ARTE EN LAS CATEDRALES ESPAÑOLAS
1998 ARTE EN LAS CATEDRALES ESPAÑOLAS
1999 NATURALEZA Y FLORA, INGENIERÍA ESPAÑOLA
2000 ARTESANÍA ESPAÑOLA
2001 ARTESANÍA ESPAÑOLA
2002 DEPORTES
2003 DIFUSION DE CONMEMORACIONES VARIAS
2004 DIFUSION DE CONMEMORACIONES VARIAS
2005 RELOJES
2006 FAROS DE ESPAÑA
2007 FAROS DE ESPAÑA
2008 FAROS DE ESPAÑA
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La Lotería en tiempos difíciles
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Desde noviembre de 1936
hasta diciembre de 1937, los Sorteos de la Lotería republicana se
celebraron en Valencia.
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Sorteo de Navidad
celebrado en Valencia el 22 de diciembre de 1936
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Las últimas guerras
vividas en España afectaron a la vida cotidiana en todos sus aspectos, y
la Lotería, aunque continuó celebrándose, también se vio alterada por
las contiendas. Como veremos a continuación, invasores e invadidos
continuaron promoviendo este juego durante la Guerra de la
Independencia. También en la Guerra Civil, y durante diez meses,
existieron dos Loterías Nacionales paralelas con sus sorteos ordinarios y
extraordinarios, como el de Navidad o el de la Cruz Roja.
La Lotería y la invasión napoleónica
Al inicio de la Guerra de la Independencia coexistieron en la Península
dos Loterías: la de José Napoleón, que operaba desde Madrid, y la del
Gobierno de Cádiz. El bando antinapoleónico celebró en 1809 su primer
sorteo en Sevilla. A partir del año siguiente y hasta el final de la
guerra, los sorteos se celebraron en Cádiz, salvo algunas excepciones.
En 1808 se celebraron en Valencia, después se trasladaron a Madrid a
causa de la guerra, y en 1810 volvieron a la capital del Turia. La Junta
Superior de Defensa del Reino resolvió que de los beneficios obtenidos
con cada sorteo se tomarían 3.000 reales de vellón para conceder varias
dotes a las doncellas pobres, huérfanas de padres que habían muerto en
el frente. Tras la toma de esta ciudad en 1812, el mariscal francés
Suchet dispuso que se retomasen los sorteos de la Lotería conforme a las
antiguas leyes, y el nuevo Gobierno se comprometió a garantizar tanto
los sorteos como los pagos.
El 23 de abril de 1812 los franceses celebraron en Valencia su primer
sorteo en esta ciudad. Tuvo lugar en la Casa de la Audiencia, donde
continuaron efectuándose hasta el 1 de julio de 1813. Cuatro días
después de esta fecha, Suchet y sus tropas tuvieron que retirarse a
Francia. Libre el país de las tropas napoleónicas, los Sorteos
regresaron a Madrid y en los meses posteriores fue extendiéndose la
venta de la Lotería Nacional a toda la península. Las dos Loterías,
Primitiva y Nacional, convivieron hasta 1862.
La Lotería y la Guerra Civil
Más de un siglo después, en 1935, las ventas de lotería suponían un 1,1%
del Producto Interior Bruto español, lo que equivalía a un 3% de los
ingresos totales del Estado, una cantidad nada despreciable. Por eso, al
igual que ocurrió durante la Guerra de Independencia en el siglo XIX,
cada sector explotó su propia lotería.
La Lotería Nacional, al iniciarse la guerra española de 1936-1939,
sufrió las consecuencias del conflicto bélico. Se adaptó a las mismas, y
según se iba desarrollando la contienda, celebró sus sorteos en
diversas capitales: Madrid, Valencia y Barcelona, dentro de la zona
republicana, y Sevilla y Burgos en la entonces denominada por sus
partidarios “zona nacional”.
La Hacienda, también desgarrada en dos, improvisó instrumentos mecánicos
para que los sorteos siguieran en marcha, repartiendo suerte en los dos
sectores combatientes durante los años desafortunados que duró el
conflicto.
Lo curioso es que las dos se llamaban de la misma forma: “Lotería Nacional”. El porqué del nombre se debía a varias razones:
• Los billetes de Lotería de los sorteos posteriores al 18 de julio de
1936 ya estaban impresos y distribuidos, de modo que cambiar la
denominación no tenía mucho sentido en términos económicos.
• En términos políticos tampoco era conveniente, pues un cambio de
nombre podía entenderse como una forma de reconocimiento al otro.
• Además, el término “nacional” de la Lotería tenía originalmente
connotaciones progresistas, pues se denominó así desde el primer sorteo
celebrado en Cádiz en 1812 para subrayar que no era “real” –del rey–,
sino del pueblo.
La Lotería republicana
Los avatares de la Lotería Nacional republicana reflejan fielmente el
empeño y los esfuerzos del gobierno para evitar, o al menos retrasar, lo
que al final resultó inevitable. Al estallar la guerra hubo que
reajustar sobre la marcha los planes de los sorteos ante la cantidad de
devoluciones de billetes no vendidos o confiscados en el sector
nacional. Aun así, se siguió con el calendario de sorteos previsto antes
del inicio de la guerra.
La Lotería Nacional continuó funcionando normalmente en Madrid hasta
que, a principios de noviembre de 1936, y ante la posibilidad de la
caída de la ciudad en manos de Franco, el gobierno de la República, y
con él el personal de Loterías, decidió trasladarse a Valencia, donde se
reanudaron los sorteos. Allí continuaron los tres sorteos mensuales,
con una excepción: el Sorteo Extraordinario a beneficio de la Cruz Roja,
que debía haberse celebrado en Madrid el 14 de octubre de 1936, fue
aplazado debido a sus bajas cifras de ventas, y se celebró en Valencia
el 14 de enero de 1937. Ese año, el gobierno realizó tres sorteos
mensuales, excepto en el mes de enero, que celebró cuatro –el de la Cruz
Roja– pero la marcha de la guerra, que además de una pérdida de
territorio implicaba también una mayor desconfianza hacia el valor de la
moneda, obligó a ir reajustando el valor de la emisión. Así, si en 1936
la emisión del sorteo de Navidad alcanzó los 144 millones de pesetas,
en 1937 sólo supuso cerca de nueve millones.
En Valencia los sorteos se celebraron en una amplia nave industrial, un
antiguo almacén de tableros, situado en la calle Troya, que tenía una
cabida para 2.000 personas. Para el sorteo de Navidad del 22 de
diciembre de 1936 se confeccionó un dosel con una enseña roja,
flanqueada por la bandera republicana y la senyera valenciana. En ese
sorteo se utilizaron los bombos de Madrid y actuaron de cantores los
niños del Colegio Imperial de San Vicente Ferrer.
De diciembre de 1937 a enero de 1939 los sorteos se celebraron en
Barcelona. El primero coincidió con el Extraordinario de Navidad y tuvo
lugar en el local que ocupó el antiguo Lyon d’Or, un espacio de forma
irregular, en el que la mesa de presidencia fue colocada frente a la
puerta de entrada. Se emplearon también los bombos procedentes de
Madrid. Como cantores actuaron los niños de la Casa de Asistencia Social
President Maciá.
El último sorteo en la ciudad condal se celebró el 21 de enero de 1939,
cinco días antes de la entrada de las tropas de Franco, y su lista de
premios no llegó a publicarse. Tampoco se celebró el sorteo fijado para
el 1 de febrero.
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Mª Pilar, en el Rincón de los Juegos junto a su marido Antonio
Durante el tiempo que duró la guerra –de noviembre de 1936 a enero de
1939– los servicios de la Lotería Nacional en la zona republicana
dependieron de la Dirección General del Tesoro y Seguros. Como se limitó
la zona de venta de Lotería con la división del país, todos los sorteos
de esta Lotería quedaron reducidos, en su mayoría, a una sola serie.
Premios conciliadores
Hubo números, como el 16.244 y el 16.807, que salieron premiados el
mismo año en ambos sectores. El 1 de marzo de 1938 en el sorteo de
Barcelona –zona republicana–, el 16.244 obtuvo el tercer premio, de
20.000 pesetas, que se quedaron en aquella ciudad, y el 21 de noviembre
de 1938, en el sorteo de Burgos, salió premiado ese mismo número con un
segundo premio, de 90.000 pesetas, que tocó en Zaragoza.
El 2 de mayo de 1938, el 16.807 obtuvo el tercer premio en el sorteo de
Barcelona, yendo a parar a Madrid las 20.000 pesetas. También este
número repartió el cuarto premio del sorteo de Burgos –zona franquista–,
celebrado el 1 de julio de ese mismo año; las 40.000 pesetas agraciaron
a la localidad malagueña de Pizarra.
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La Lotería en la zona franquista
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La historia de la
Lotería Nacional en el bando franquista presenta la otra cara de la
moneda, pues si al principio los republicanos tenían todo a su favor
para sacar adelante su Lotería, en el otro sector la situación era más
caótica.
Tras el levantamiento de julio de 1936, en muchos lugares donde triunfó
la sublevación se organizaron rifas en beneficio de los combatientes. La
improvisación y falta de control sobre estas rifas generaron un
malestar entre las autoridades, que pronto intentaron regularlas, cuando
no prohibirlas. Una forma de controlar estas actividades era la de
promover grandes rifas con sorteos periódicos y bajo la supervisión de
los militares. Entre éstas, quizá las más relevantes fueron la Lotería
Patriótica de Zaragoza, de la que era responsable la Junta Recaudatoria
Civil de Defensa Nacional de aquella ciudad, y la Lotería Patriótica de
Sevilla, organizada por la Junta Municipal de Subsidios, cuyo último
sorteo se celebró el 21 de abril de 1938.
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En el caso de esta
última, se celebró el 21 de diciembre de 1936 en el salón de actos de la
Cámara de Comercio. El Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Obras del
Puerto facilitaron los elementos que se empleaban, con lo que el sorteo
pudo contar con dos bombos; debido al tamaño de los mismos se tuvo que
arbitrar un procedimiento de extracción de bolas especial.
En una esfera se colocaron 20 bolas numeradas del 1 al 19 y otra bola
con dos ceros, y en la otra 999 bolas numeradas del 1 al 999 y otra bola
de tres ceros. Sacando una bola de la primera esfera y otra de la
segunda, y uniendo las dos cifras se obtenía el número premiado, pues la
combinación comprendía la totalidad de los 20.000 números que
integraban el sorteo. Los números premiados lo fueron por orden de
salida, y las bolas las cantaron los niños del Hospicio Provincial.
A fin de maximizar los beneficios con la sustitución de las pequeñas
rifas locales por un sorteo de carácter nacional, el 13 de diciembre de
1937 se aprobó el restablecimiento de la Lotería Nacional. El primer
sorteo estuvo constituido por dos series de 46.000 billetes cada una, al
precio de 30 pesetas el billete, y se celebró el 1 de abril del año
siguiente en Burgos, en el edificio del Colegio de los Hermanos
Maristas.
Para el acto se utilizaron los bombos que usaba la Diputación de
Guipúzcoa para los sorteos de amortización de la deuda, mientras que los
billetes se imprimían en una empresa de artes gráficas de Bilbao. Los
niños que ayudaron en la celebración eran internos del Hospicio
Provincial y de la Casa Refugio Municipal de la ciudad.
En estas condiciones se celebraron en Burgos más de setenta sorteos
hasta agosto de 1939, fecha en que volvieron a celebrarse en Madrid. El
primero que se desarrolló con total normalidad se realizó en Madrid el 1
de agosto, con la curiosa peculiaridad de que los billetes, que se
habían confeccionado con antelación, señalaban aún Burgos para su
celebración .
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