sábado, 9 de enero de 2016

ESCLAVAS DEL SIGLO XXI





La realidad de las esclavas del siglo XXI







Se imaginan un mercado mundial en el que los hombres tuvieran un precio, pudieran encargarse por teléfono, sirvieran para saldar deudas o fueran moneda de cambio en matrimonios exprés con fines sexuales? Por difícil que resulte pensarlo, exactamente esto es lo que sucede hoy en día, en pleno siglo XXI, con millones de mujeres en todo el planeta. La trata de personas para la prostitución afecta en estos momentos a casi dos millones, miles de las cuales acaban en España, tercer país del mundo en consumo de esta práctica. En naciones del Sudeste Asiático como Camboya, el tráfico de niñas está a la orden del día, y en Egipto y otros países árabes se celebran matrimonios que duran apenas unas horas, lo que al final constituye una forma de prostitución encubierta. Es el precio que se paga por nacer mujer en algunos lugares del globo.

Trata de mujeres

El tercer negocio más lucrativo que existe en el mundo según Anesvad (ONG para el desarrollo), y uno de los más inhumanos: según la Convención de La Haya, la trata de mujeres para su explotación sexual constituye un delito de lesa humanidad. En palabras de la exactriz, presentadora y actual directora de documentales, Mabel Lozano, es "la esclavitud del siglo XXI". La oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito considera España uno de los principales países de destino de las redes que explotan y extorsionan a mujeres y menores y a sus familias. No en vano, añade, somos la tercera nación en consumo de prostitución -un 39% de los españoles ha usado estos servicios-, solo superada por Puerto Rico, con un 61%, y Tailandia, donde se alcanza un terrorífico 73%. "Además, la mayoría de las mujeres que hemos atendido comenzaron siendo menores de edad", explica Rocío Mora, de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAM).
"Este negocio genera cada año unos 32.000 millones de euros, solo superado por el narcotráfico y el contrabando de armas", continúa Mabel Lozano, que detalla: "Los clubs de alterne las encargan y mandan dinero a las redes". Sabe de lo que habla, pues lleva ya una década dedicada a investigar este tema, y acaba de estrenar su último documental, 'Chicas nuevas 24 horas', en el Festival de Málaga. La producción es parte de un proyecto con el mismo nombre sobre la trata en Paraguay, Perú y Argentina. "Es un abuso y una explotación que nunca habían resultado tan baratos y que incentivamos con la demanda en países como España", afirma.
Niñas Nigeria.
Mujeres nigerianas. Foto: Gtresonline
Según las cifras del sector -que invariablemente se quedan cortas-, 2,4 millones de personas son actualmente víctimas de la trata en el mundo. De ellas, señala Naciones Unidas, 1,92 millones se ven abocadas a la explotación sexual, y un 98% de estas, son mujeres. A nivel global, y según The Freedom Project, la mayoría procede de Albania, Bielorrusia, Bulgaria, China, Lituania, Nigeria, Moldavia, Rumanía, la Federación Rusa, Tailandia y Ucrania. Los destinos suelen ser Europa Occidental, el Oeste africano, Asia, los países del Golfo y Norteamérica. En México, la ciudad de Tenancingo ostenta el dudoso honor de ser la capital del tráfico sexual del mundo, y gran parte de sus 10.000 habitantes se dedican de una u otra manera a la prostitución, según la revista Newsweek.

Tráfico de niñas en Camboya

Triste variante de la trata de mujeres, esta práctica tiene en Svay Pak, Camboya, su mayor y más horrible representación. Este suburbio de Phnom Penh, que cuenta con 4.000 habitantes, es probablemente el último lugar donde un niño debiera nacer: según la ONG Agape International Missions, en 2010 el 90% de los menores de entre ocho y 12 años eran víctimas de explotación sexual. Aquí las pequeñas vírgenes tienen un precio y son vendidas por su familia. Es el principal centro de pedofilia del mundo, pero no el único donde se da la esclavitud infantil. Según la agencia de noticias Reuters, Benin, Gabón, Gambia y Costa de Marfil son los países en los que se alcanzan las cifras más altas, con diferentes objetivos; en el primero se calcula que hay hasta 80.000 niños esclavos, muchos de los cuales lo son para la explotación sexual.
Niña nigeriana.
Niña nigeriana.

Matrimonios 'take away' en Egipto y el Magreb

Por unas horas, unos días, algunas semanas o, en pocas ocasiones, la vida entera. Pero en todos estos casos, por dinero. Son los matrimonios exprés entre ciudadanos "en la zona del Golfo, o en Jordania. Dado que la prostitución está prohibida en los países árabes, se casan con jóvenes de las naciones más pobres del área para acostarse con ellas, en una forma precisamente de prostitución encubierta", explica Basel Ramsis. Este egipcio es el director del documental Sokar Barra (Azúcar aparte), que refleja un fenómeno que comenzó en los 70 con el aumento de la riqueza en las naciones del Golfo. "Para ello se firma un contrato entre el padre y el cliente que se rompe después", añade Ramsis. El realizador alerta de que el fenómeno se ha extendido a lugares como Sudán, Yemen o a los campos de refugiados de Siria. En ocasiones las propias familias propician la actividad y acaban viendo a sus hijas como mercancía. O a sus esposas. "Casó a su mujer tres veces para comprarse una casa", relata una de las protagonistas del documental respecto a un compatriota. El dinero que reciben a cambio se considera la dote que en los países árabes el novio debe pagar a la familia de la chica al casarse. "Así todo se hace conforme a su moral", matiza Basel.

Sudán y Ruanda

Son dos de los países africanos en los que tradicionalmente, e igual que en el caso anterior, se paga dote a la familia de la novia. En tiempos la cuantía se establecía en cabezas de ganado y tenía un significado simbólico, pero hoy en día se entrega dinero, y cantidades que, según denuncia la organización 'Girls Not Brides', aumentan de forma incontrolada. Además, los montantes que las familias pueden recibir por niñas hace que los matrimonios sean cada vez más precoces, también porque así consiguen antes el dinero. Según el Ministerio de Asuntos Sociales de Sudán, la mitad de las chicas entre 15 y 19 años del país ya están casadas. Lo mismo sucede en Kenia, según Ayuda en Acción: "Aquí la negociación se complica cuando se exigen además prácticas perjudiciales, como la mutilación genital femenina".
Mujeres en La Habana.
Mujeres en La Habana. Foto: Gtresonline
En Afganistán la antigua tradición de la dote, que originalmente pretendía compensar a los padres por el esfuerzo que habían hecho para cuidar y dar estudios (cuando los tenían) a sus hijas, ha acabado convirtiéndolas en mercancía. A veces las niñas se utilizan para saldar deudas: si un padre debe una cantidad de dinero puede casarlas con el acreedor o con un vástago del mismo.

Vietnam, proveedor de China

Tras décadas bajo la política del hijo único, que ha provocado abortos selectivos por parte de parejas que prefieren un niño a una niña, las mujeres en China escasean. El ratio es hoy en día de 118 hombres por cada cien, según las estadísticas del Gobierno de Pekín. Además, en el gigante asiático la dote sigue siendo una costumbre extendida, y tan oficializada que existen diferentes precios para novias según las regiones. Lo que, como en otros países, comenzó siendo una ayuda para la vejez de los padres de la novia en compensación por llevarse a una hija que podría haberles acompañado y ayudado en los últimos años de su vida ha acabado convirtiéndose en un fardo que ralentiza considerablemente los matrimonios. A todos estos 'problemas' se ha encontrado una triste solución en los países del Sudeste Asiático, donde las novias abundan y son bastante asequibles. Concretamente, 20.000 yuanes, unos 3.000 euros, según la revista 'Online Business Insider', es el precio por el que las familias venden a sus hijas en determinadas zonas de Vietnam. Esto ha provocado la proliferación del tráfico desde este país hacia China de mujeres forzadas a casarse.

Esclavas en el siglo XXI, y no es una metáfora

Mauritania, Uzbekistán, Haití, Qatar, la India, Paquistán, República Democrática del Congo, Sudán, Siria y la República Centroafricana. Estos son, según el Índice de la Esclavitud Global 2014 ('The Global Slavery Index 2014'), los países donde prevalece la esclavitud actualmente, con mujeres y niños forzados a realizar labores domésticas, industriales, agrícolas, sexuales e incluso mineras. Pero no los únicos. Mauritania fue el último lugar del mundo en abolir la esclavitud, en 1981, pero sigue arraigada en su sociedad y afecta al 20% de la población: pasa de generación en generación a los descendientes de africanos negros 'capturados' por bereberes y beduinos.
Mujeres indias.
Mujeres indias.
Mientras que las que tienen este estatus se dedican a las tareas del hogar y a cuidar de los hijos de sus 'amos', los niños se encargan del pastoreo y trabajan en los campos. Mujeres y niñas de países limítrofes, como Gambia y Mali, sufren el mismo destino en el territorio que linda con el Sahara Occidental. En el Este de República Centroafricana son las milicias las que las secuestran en el entorno rural para después esclavizarlas sexualmente y como mano de obra en las minas. Asimismo, en Nigeria los trabajos forzados se dan en el sector doméstico, la industria sexual, las canteras y la agricultura.
En países del Golfo como Qatar o Emiratos Árabes Unidos mujeres emigrantes de Asia y del África subsahariana son empleadas como trabajadoras del hogar en condiciones de explotación, con sus pasaportes e ínfimos salarios retenidos, y cualquier intento de revertir esa situación es criminalizado. Similares casos se dan en la India, Sri Lanka, Nepal, Paquistán, Bangladesh y las Filipinas. El IS (Estado Islámico) secuestra y vende a mujeres de la etnia Yazidí como esclavas sexuales en matrimonios forzados por cantidades como 10 dólares (apenas nueve euros). Pero no hace falta irse tan lejos para encontrar esclavas en el siglo XXI: muchas de las mujeres provenientes de Europa del Este que mendigan en las calles de las grandes ciudades españolas lo son.


Prostitución: ¿trabajadoras o esclavas?

  • ¿Debe ser regulada como un trabajo cualquiera?

  • Prostitutas y asociaciones mantienen posiciones encontradas




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Se incluye a la hora de calcular nuestro PIB. No es legal. Tampoco ilegal. Lo que para algunos es el oficio más viejo del mundo, ¿debe ser regulado como un trabajo cualquiera?, se pregunta el programa de Radio 5 Diez minutos bien empleados.
Las prostitutas y las asociaciones que las defienden mantienen posiciones encontradas. Quienes trabajan con mujeres prostituidas se niegan a admitir que la actividad sea un oficio. Aseguran que el 80% de las mujeres que ofrecen sexo son víctimas de mafias y señalan que el oficio más viejo del mundo es la esclavitud.
El 80% de las mujeres que ofrecen sexo son víctimas de mafias, según las asociaciones que defienden a las prostitutas. El 80% de las mujeres que ofrecen sexo son víctimas de mafias, según las asociaciones que defienden a las prostitutas.
En el otro extremo, hay mujeres y asociaciones que se definen como "trabajadoras del sexo". Escuchamos a unas y otras.
Además, conocemos el trabajo de una abogada, hoy jueza, que en su día logró darse de alta como prostituta en Hacienda y en la Seguridad Social, y contactamos con las nuevas cooperativas que están surgiendo y nos hacemos eco de su problemática.

Samanta Villar: "Creer que todas las prostitutas son esclavas es ser un ignorante"

5/10/2015 - 10:14 - Josefina Grosso
  • La periodista cuenta sus ideas para volver a televisión con un nuevo formato

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Dicen que la prostitución es la profesión más antigua del mundo. Y está en todas partes, en la esquina de nuestras casas, en hoteles, clubes, discotecas... o hasta en el piso vecino. Un tema controvertido que Samanta Villar trata con naturalidad y rigor en el libro Nadie avisa a una puta.
Asegura que aunque el libro ya está publicado no ha dejado -ni dejará- de leer e informarse sobre el tema. "No paro de documentarme, hay mucho más sobre prostitución de lo que se cree, hasta incluso poesía. Me interesa mucho".
La periodista se inmiscuyó en su primera aventura literaria sumergiéndose en la vida de 9 meretrices que lo son (al menos 8 de ellas) porque quieren. Asegura que considerar que todas prostitutas son esclavas es de ser "ignorantes" y reconoce que llegó a plantearse  probarlo para poder contarlo mejor.
¿Por qué Nadie avisa a una puta? ¿Es tal el estigma social que tienen?
El estigma que se ha establecido funciona a la perfección. La prostitución es uno de los ámbitos en los que la mujer puede conseguir de manera muy rápida muchísimo dinero y yo creo que por eso desde siempre se ha penalizado desde una esquema, como dicen los abolicionistas, heteropatrialcal neoliberal.
Es un trabajo que se ha estigmatizado para evitar que la mujer no pueda ejercer el poder que tiene por encima del hombre en este sentido. Efectivamente el estigma funciona tan bien que la mayoría de la población lo que tiene de información es una parte muy sesgada de lo que es la realidad. La prostitución se percibe como algo indigno, dañino y perjudicial para la mujer. Por esto mismo la mayoría de las personas que empiezan a prostituirse no tienen ni idea de cómo es ese mundo y la mayoría de ellas al principio lo hacen desde el miedo y desde la pura necesidad económica. Lo que ocurre es que cuando ya están dentro descubren algo totalmente distinto y deciden permanecer. Piensan, "oye pues esto está mucho mejor de lo que me contaron". Considero que el estigma es una manera de control de la sociedad y no solamente por parte de los hombres. Hay muchas mujeres que perpetúan esos esquemas. La gente abolicionista, por ejemplo, cree que hace el bien apuntando a que la prostitución es lo peor y lo que hacen es el mal.
En el libro recoge 9 historias. ¿Le constó acceder a ellas?
Es muy difícil. Calculo que el porcentaje de prostitutas dispuestas a hablar es menos del 2%. Para conseguir a dos prostitutas que quieran hablar hay que llamar a cien. Esto ocurre porque la mayoría, debido una vez más al estigma, llevan una doble vida y no quieren que nadie sepa lo que son. Incluso guardando el anonimato, como hice con la mayoría en el libro, aún así les costaba. Esto en televisión sería un 1%, casi imposible. Mi equipo y yo sí que conseguimos hacer varios reportajes en televisión con mujeres que se atrevieron a dar la cara pero cuesta y mucho porque la gran mayoría lleva años llevando una doble vida y están acostumbradas a que la gente se acerque a ellas con prejuicios y ganas de valorar si lo que hacen es bueno o malo. Ellas están hartas de responder a la pregunta, ¿Y por qué no lo dejas? Algo que yo personalmente encuentro totalmente insultante.
Como periodista, cuando entrevistas a una de estas chicas empiezas no dese cero con ellas sino desde menos tres, es todo una cuestión de tiempo, de seguir con ellas, acompañarlas, ganarse su confianza, demostrarles que no las criminalizas, que simplemente ves, escuchas y entiendes cómo funciona su mundo. Ahí es cuando ellas realmente se abren.
¿Cuánto tiempo tardó en recopilar todo el material?
Mucho y sigo en ello. Llevo cinco años en los que no paro de leer sobre prostitución y, aunque Nadie avisa a una putaya está publicado sigo leyendo sobre el tema. No paro de documentarme, hay mucho más de lo que se cree sobre el tema, hay hasta incluso poesía. Me ha interesado y seguirá interesando mucho.
Dice en el prólogo que pensaste incluso en meterte en el papel y llegar a prostituirte para la investigación. ¿Qué hay de cierto en ello? ¿El estigma pudo más?
Pues sí es cierto y la realidad es que lo que me frenó fue el estigma que existe. Eso me habría quedado para el resto de mi vida. La realidad es que la mayoría de la gente no soporta la libertad individual porque les deja en evidencia, les incomoda mucho. La mayoría se siente cómoda con lo patrones ya establecidos y se señala a quienes van por libre. Yo cuando veía que las chicas a las que entrevistaba me decían: "Oye, tú tranquilamente podrías cobrar 3.000 euros por servicio", mira qué quieres que te diga, una sinceramente se plantea muchas cosas.
¿Existen muchos mitos entorno él?
En el libro puntualizo que es legal, lo que ocurre es que es un tema que siempre está en un limbo de alegalidad ya que ciertamente no está regulado y existe mucho desconocimiento social al respecto. Por ejemplo, se tiene la imagen de que los dueños de los clubes de alterne son los grandes proxenetas y en realidad las verdaderas son las mandames que están en los pisos privados donde nunca puede entrar la policía porque es privado. Hay varios mitos que rodean el oficio que se repiten como patrones y que tienen poco que ver con la realidad.
La trata existe pero la gente piensa que la mayor parte de las prostitutas son esclavas y eso no es así. He podido comprobar que quienes lo son por elección, que son mayoría, tienen mucha más libertad que muchos de nosotros, mucho más dinero y más tiempo libre, con lo cual deciden mucho más qué hacen con su vida. Considerar que todas las prostitutas son esclavas es ser un ignorante. Es verdad que la prostitución tiene partes muy duras, sobre todo el estigma social que acarrean quienes la ejercen pero, la realidad es que, como apunta Naciones Unidas, sólo 1 de cada 7 mujeres es víctima de trata. Esto quiere decir que 6 de cada 7 están en la prostitución no por una coacción violenta, sino por necesidad económica y, eso pasa en muchos trabajos, no sólo en este. La imagen que se tiene de las meretrices es la de las de la calle, y ese gurpo según el INE sólo representa el 7% de la profesión. El 67% es en los clubes y el veintitantos por ciento en los pisos privados. Esto muestra que la realidad es prácticamente invisible para la gente.
En el libro mete al lector en la mente de una persona que es cliente ¿Cuál es perfil del 'putero'?
La realidad es que la mayoría son hombres de 35 a 50 años casados y algunos más jóvenes. Según las estadísticas, el 30% de los hombres alguna vez ha sido cliente. Eso es uno de cada tres hombres y obviamente no lo dicen ni lo dirán. Es algo que a ellos también les pesa, también tienen ese estigma.
Partidos como Ciudadanos han vuelto a sacar a la palestra política el tema abogando por su regularización. ¿Cree que se debería regular?
Sí, pero la motivación que me mueve a mí no es lo mismo que a ellos, que creo que les mueve el dinero ya que ven ahí pasta que recaudar. Temas tan duros como la trata de personas seguirá existiendo, como existe la explotación contra trabajadores y habrá que seguir luchando contra ella. Pero sí me parece que con la regulación se ayuda a muchas mujeres que quieren tener sus derechos salvaguardados. Es cierto que algunas no quieren, pero regulándola tendrían derechos y prestaciones que ahora no tienen. ¿Por qué principalmente hay que regular esto? La realidad es que muchas mujeres se pasan toda la vida siendo meretirces y lo hacen sin cotizar. Y cuando se jubilan, no tienen pensión o cuentan con la mínima. Este tema es muy complejo porque el estigma es tan potente que muchas de las prostitutas estarían dispuestas a que se les hiciera un contrato laboral pero lo que no querrían es que su vida laboral quede marcada por la prostitución, que no haya papeles oficiales donde conste que son meretrices. Pienso que se debe actuar en tres frentes, hay que regularizarlo, que es lo que propone Ciudadanos, pero tiene que ir unido con dos alternativas: primero, garantizar puestos de trabajo a las mujeres que no desean prostituirse y a aquellas que sí, ayudarlas también en el terreno social, para acabar con el estigma. Informar, normalizar, dignificar... lo que yo llamo dignificar a nuestras putas. Lo que no puede ser es que se quiera normalizar sin luchar contra el estigma.
"Gracias a mis padres por haberme criado en libertad", dice al principio del libro. ¿Crees que la manera en la que se ven, entienden y aceptan este tipo de temas empiezan desde casa?
Totalmente. Yo me siento muy afortunada por la educación que me han dado mis padres, una pareja de clase media trabajadora. Ellos siempre me dieron una educación muy libre, a mí jamas me han inculcados determinados miedos por salir, o avergonzarme por determinadas acciones o actitudes. Al contrario, sabían que yo no tenía sentido de la vergüenza y se reían por ello.
La frase "no es lo mismo contarlo que vivirlo" es ya su seña de identidad. ¿Ha cambiado tu forma de forma de ver la prostitución?
Claro, porque yo me acercaba al principio con los mismo prejuicios y las ideas preconcebidas sobre el tema que tenemos todos. Y, cuando llegas, empiezas a escuchar, a desmitificar y ves que la gran mayoría lo hace porque quiere, deciden lo que hacen, ponen su precio y es como cualquier otro negocio. Te das cuenta que lo peor para una prostituta no es tener muchos clientes sino no tener ni uno, lo peor es ofrecerte y que nadie te seleccione. No estamos acostumbrados a pensar sobre el tema en esos términos pero es así. Los mitos se te rompen cuando te acercas a la realidad y las ves tan de cerca.
¿Tiene algún nuevo proyecto televisivo en mente?
Yo siempre tengo proyectos. Me encantaría hacer un programa de televisión con un formato totalmente novedoso, pero dudo que me lo quieran comprar (cuenta entre risas). Se trata de un concepto complicado en el que se mezclarían una puesta en escena de ficción pero con contenido periodístico. A la hora de rodar se establecería un guión ficticio, por ejemplo, contar un día en la vida de una persona y ponerla en situaciones diferentes, que nunca vive, eso sería la parte de ficción y el contenido espontáneo y periodístico sería el resultado final. Escenas cerradas en las que lo que pase entro de ellas no sea guionizado sino natural y cada documental sobre un tema y una persona diferente como protagonista.

La esclavitud de la prostitución

Unas 700 mujeres se dedican a la prostitución en las islas. En algunas épocas del año se pueden alcanzar picos de 2.600. La mayoría de ellas son de origen nigeriano y permanecen presas de las deudas y las mafias

13.03.2014 | 06:50
La esclavitud de la prostitución
La esclavitud de la prostitución
El ayuntamiento de Palma quiere servirse de su nueva ordenanza cívica para alejar a las mujeres que ofrecen servicios sexuales en las proximidades de los colegios. La Federación Hotelera, aprovechando la coyuntura, también pretende que las prostitutas no puedan ejercer en un radio inferior a los 200 metros de sus establecimientos. Resulta incuestionable la nocividad del comercio sexual en lugares tan sensibles como los aledaños de los centros docentes. El entorno de los hoteles ya es otra cosa.
No diremos que los aledaños de los hoteles resulten espacio propicio para el ejercicio de la prostitución „de hecho, no conocemos ninguno recomendable para ello„ pero la pretensión de los hoteleros tiene excesivos tintes de oportunismo y reniega de la implicación en una problemática mayúscula mucho más grave porque, vistas las circunstancias que afectan hoy al, digamos ejercicio del sexo pagado o retribuido, deberemos hablar de explotación directa y hasta de esclavitud sin atenuantes. Algo deberán hacer también las autoridades y la misma sociedad en su conjunto para admitir las cosas como son y afrontarlas. Lejos de la exageración, para confirmar lo dicho, podemos remitirnos a datos contrastados y al testimonio profesional o al compromiso humano de quienes conviven o están encallados, por convicción moral y en algunos casos religiosa, en tal drama.
Un informe, tan espeluznante como veraz, elaborada por los testimonios recogidos en el Casal Petit por las Religiosas Oblatas, asegura que en las islas, de forma más o menos estable, unas 700 mujeres se dedican al ejercicio de la prostitución. Es una cifra que, al llegar la temporada alta puede ascender hasta las 2.600 personas. Con todo, lo más grave, está en los orígenes, los condicionantes y las consecuencias de tal práctica. Hablamos de esclavitud en el oasis vacacional de un continente europeo en el que, sobre el papel, se respetan todos los derechos y libertades humanas, no de mero comercio sexual, admisible, rechazable o susceptible de pasar por distintos raseros de tolerancia moral.
La inmensa mayoría de prostitutas lo son por imposición. Proceden de Nigeria después de haber sido reclutadas con engaño y hasta con vudú bajo falsas promesas de dinero fácil y un trabajo cómodo en Europa. Algunas de ellas han pagado hasta 50.000 euros para alcanzar un hipotético paraíso convertido en infierno. Han atravesado Africa como mera mercancía „"si alguna se caía del camión nadie se paraba a recogerla"„ a disposición de mafias, primero nigerianas y después marroquíes. Permanecen presas del miedo y de las deudas. Denunciar significa poner en peligro a su familia.
No pueden quedarse solas. Necesitan calor humano y sobre todo, intervención policial directa, con colaboración internacional, para acabar con las mafias que aniquilan sus vidas. Hasta penalizar a los clientes de la prostitución les deja a ellas bajo una intemperie todavía mayor. Así de dramático y cruel.






Esclavas en el barrio

Unas 300 mujeres acuden cada día a ejercer la prostitución en la Colonia Marconi


Un vecino pasa con su hijo en bicicleta junto a una mujer que ejerce la prostitución en la Colonia Marconi. / Carlos Rosillo
Al traspasar el cartel que anuncia la llegada al polígono industrial de Villaverde, lo primero que encuentra el conductor es un inmenso mar de papeles. Son los pañuelos usados que prostitutas y clientes han dejado amontonados junto a la valla de un descampado.
Estamos en la Colonia Marconi, uno de los mayores centros de explotación de mujeres a cielo abierto. Según el conteo de asociaciones de vecinos y empresarios de la zona, unas 300 chicas acuden de media al polígono. Según ese dato y el dinero que suelen ganar, los cálculos hablan de unos 50 millones de euros al año en compraventa de sexo. El lugar es tan grande como el distrito de Centro, a 20 minutos en metro de allí.
“Veinte euros el completo y 10 la felación”, dice Ana, una mujer rumana de apenas 20 años en una esquina del polígono, a 300 metros de la boca de metro de Villaverde Alto. A diferencia de sus tres compañeras, en cueros, esta joven lleva unos vaqueros ajustados y una camiseta rosa. Es morena, de mediana altura y pelo liso. Rehúye mirar directamente a los ojos. “¿Traes coche?”, interroga al cliente. Ante la negativa de este, Ana ofrece ir a una nave del polígono.
Las chicas que flanquean a Ana solo ven el pasar de los turismos, en su mayoría vehículos de clientes. El número de mujeres que ejercen la prostitución en plena calle en ese momento ronda la centena. Es agosto y, como cualquier otra actividad, la prostitución funciona a medio gas ante la menor demanda. Son menos clientes, menos chicas y menos proxenetas que cualquier otro mes, cuando el número de prostitutas se duplica, según los vecinos. Los fines de semana, el número también aumenta. Las empresas del polígono echan el cierre y las mujeres permanecen las 24 horas.
Un grupo de mujeres dedicadas a la prostitución en la Colonia Marconi, en Villaverde. / Carlos Rosillo
De un tiempo a esta parte, la moda son las asiáticas, fundamentalmente chinas, de entre 14 y 16 años de edad. “Todo depende de la demanda. Estamos jugando en un mercado. Y ahora cada vez son más jóvenes”, asegura una de las portavoces de la Asociación para Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (Apramp) que prefiere permanecer en el anonimato.
Samy quiere que la vean. Su única vestimenta son unas bragas verdes. Baila al son de la música que sale de sus auriculares a las dos de la tarde de un jueves de agosto. Ella solo atiende a los que llevan auto. A menos de 50 metros el conductor de un auto blanco la vigila y observa la escena. Cuando se le pregunta por su situación se siente hostigada, hace una señal con la maño derecha, coge su bolso y corre hacia el coche. “Lo siento, regresa otro día”, grita mientras cierra la puerta del vehículo.
Los grupos de chulos, perfectamente organizados, obligan a las chicas a prostituirse y reparten las zonas en función de la nacionalidad, la edad o la sexualidad de las mujeres a los ojos de los agentes de la Policía Municipal y Nacional que patrullan por el polígono. Las subsaharianas y las de mayor edad al este; las latinoamericanas y las transexuales en la zona norte del polígono; las búlgaras y rumanas, al oeste.
Unas pocas ejercen en naves industriales que sus proxenetas han convertido en auténticos prostíbulos carentes de las mínimas condiciones de salubridad. Este hecho ha sido denunciado por la Junta Municipal de Distrito y por varios vecinos de San Cristóbal pero, hasta que los tribunales decidan, seguirá operando como burdel improvisado. A las puertas del edificio prolifera la basura, testigo del olvido institucional que sufre el barrio.
La prostitución llegó a Marconi hace más de una década y, desde entonces, no ha parado de crecer. El cierre de la Casa de Campo y del polígono industrial El Juncal, en Alcalá de Henares, ha desplazado a las chicas y a los grupos organizados que las explotan. “Es la esclavitud del siglo XXI”, afirma un vecino de San Cristóbal “harto” de observar escenas de violencia con las chicas a pocos metros de su casa.
Las mujeres que viven en la zona y tienen que atravesar el polígono para ir al supermercado o coger el metro, son confundidas con prostitutas por los clientes. “¿Cuánto cobras?”, les inquieren en tono agresivo. Los consumidores de prostitución en Villaverde dan por sentado que la presencia de estas mujeres en la calle es sinónimo de que ejercen de meretrices. “Es algo muy desagradable”, señala un miembro de una asociación de vecinos de la zona.
Por sorprendente que pueda parecer, en plena crisis, con la tasa de paro de Madrid rondando el 20%, lograr que una mujer trabaje allí se ha convertido en todo un reto para los empresarios del polígono. El precio de alquiler de las naves también refleja la realidad de prostitución que tiene lugar a sus puertas: cinco euros por metro cuadrado frente a los 10 de Getafe Norte-Las Margaritas, a menos de un kilómetro del lugar, y a los 12 de media de El Bercial, también en Getafe.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, prometió para el primer semestre del año una ordenanza “de convivencia ciudadana” que, entre otras cosas, vigilaría “la oferta y demanda de servicios sexuales”. Pasó el periodo y Madrid sigue sin contar con una normativa que regule la prostitución. Al menos una asociación de vecinos de Villaverde afirma haberse reunido, a título consultivo, con representantes del Ayuntamiento que les han prometido que la ordenanza estará lista “antes de final de año”.
Ana, la joven rumana de 20 años, inicia su jornada a las 11 de la mañana. Desde su primer y último cliente, ningún otro solicita sus servicios. Así que saca el móvil para distraerse. El sol le obliga a ponerse debajo de un árbol. No puede sentarse, eso no es parte del trabajo: “Sé a qué hora llego”, pero no a qué hora me voy”.
Definición de Abuso de autoridad

Abuso de autoridadEl concepto de abuso de autoridad, también designado como abuso de poder, es un comportamiento bastante habitual que se da en nuestra sociedad y que consiste en que aquel individuo o autoridad que disponen de poder por sobre otros hacen justamente alarde y uso del mismo para someterlos a sus designios y de esta manera utilizarlos para obtener beneficios.

Ahora bien, cabe destacarse que el abuso de autoridad puede producirse en diversos ámbitos, en la política, en un contexto laboral, y hasta en la intimidad del hogar. En tanto, la modalidad es idéntica a lo expuesto líneas arriba, quien ostenta la autoridad o poder la hace valer para de este modo conseguir a través de diferentes mecanismos de coerción sus objetivos. Normalmente amenaza o ejerce violencia física sobre los otros para conseguir de este modo lo que quiere.

Con algunos ejemplos lo veremos más claramente, un jefe, aprovechándose de su cargo y de la autoridad que del mismo le deviene, obliga a un empleado a llevar a cabo una tarea que no le corresponde bajo la amenaza de echarlo si es que no cumple efectivamente con la misma.

Por otra parte, una autoridad política, tal es el caso de un presidente, usa el poder que le otorga su cargo para detener de manera ilegal a un dirigente opositor a su gobierno.

En otro orden de cosas, el abuso de autoridad suele verse mucho a instancias de la policía. Desafortunadamente existen muchos casos de policías que en el desarrollo de sus tareas se exceden en cuanto al uso de la violencia. Así es recurrente escuchar de casos en los que un detenido fue golpeado por un policía durante su arresto, o en prisión.
También se puede hablar de abuso de autoridad por parte de esta fuerza de seguridad cuando se arresta a una persona sin la correspondiente orden de un juez o de modo arbitrario sin mediar una causa concreta.

Los mencionados ejemplos son representativos del concepto y sin dudas disponen de una presencia constante en nuestra sociedad, sin dudas.

Vale mencionarse que el abuso de autoridad está considerado como delito por la mayoría de las legislaciones y por caso su comisión dispone de un castigo.

... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/politica/abuso-de-autoridad.php
Definición de Abuso de autoridad

Abuso de autoridadEl concepto de abuso de autoridad, también designado como abuso de poder, es un comportamiento bastante habitual que se da en nuestra sociedad y que consiste en que aquel individuo o autoridad que disponen de poder por sobre otros hacen justamente alarde y uso del mismo para someterlos a sus designios y de esta manera utilizarlos para obtener beneficios.

Ahora bien, cabe destacarse que el abuso de autoridad puede producirse en diversos ámbitos, en la política, en un contexto laboral, y hasta en la intimidad del hogar. En tanto, la modalidad es idéntica a lo expuesto líneas arriba, quien ostenta la autoridad o poder la hace valer para de este modo conseguir a través de diferentes mecanismos de coerción sus objetivos. Normalmente amenaza o ejerce violencia física sobre los otros para conseguir de este modo lo que quiere.

Con algunos ejemplos lo veremos más claramente, un jefe, aprovechándose de su cargo y de la autoridad que del mismo le deviene, obliga a un empleado a llevar a cabo una tarea que no le corresponde bajo la amenaza de echarlo si es que no cumple efectivamente con la misma.

Por otra parte, una autoridad política, tal es el caso de un presidente, usa el poder que le otorga su cargo para detener de manera ilegal a un dirigente opositor a su gobierno.

En otro orden de cosas, el abuso de autoridad suele verse mucho a instancias de la policía. Desafortunadamente existen muchos casos de policías que en el desarrollo de sus tareas se exceden en cuanto al uso de la violencia. Así es recurrente escuchar de casos en los que un detenido fue golpeado por un policía durante su arresto, o en prisión.
También se puede hablar de abuso de autoridad por parte de esta fuerza de seguridad cuando se arresta a una persona sin la correspondiente orden de un juez o de modo arbitrario sin mediar una causa concreta.

Los mencionados ejemplos son representativos del concepto y sin dudas disponen de una presencia constante en nuestra sociedad, sin dudas.

Vale mencionarse que el abuso de autoridad está considerado como delito por la mayoría de las legislaciones y por caso su comisión dispone de un castigo.

... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/politica/abuso-de-autoridad.php
Definición de Abuso de autoridad

Abuso de autoridadEl concepto de abuso de autoridad, también designado como abuso de poder, es un comportamiento bastante habitual que se da en nuestra sociedad y que consiste en que aquel individuo o autoridad que disponen de poder por sobre otros hacen justamente alarde y uso del mismo para someterlos a sus designios y de esta manera utilizarlos para obtener beneficios.

Ahora bien, cabe destacarse que el abuso de autoridad puede producirse en diversos ámbitos, en la política, en un contexto laboral, y hasta en la intimidad del hogar. En tanto, la modalidad es idéntica a lo expuesto líneas arriba, quien ostenta la autoridad o poder la hace valer para de este modo conseguir a través de diferentes mecanismos de coerción sus objetivos. Normalmente amenaza o ejerce violencia física sobre los otros para conseguir de este modo lo que quiere.

Con algunos ejemplos lo veremos más claramente, un jefe, aprovechándose de su cargo y de la autoridad que del mismo le deviene, obliga a un empleado a llevar a cabo una tarea que no le corresponde bajo la amenaza de echarlo si es que no cumple efectivamente con la misma.

Por otra parte, una autoridad política, tal es el caso de un presidente, usa el poder que le otorga su cargo para detener de manera ilegal a un dirigente opositor a su gobierno.

En otro orden de cosas, el abuso de autoridad suele verse mucho a instancias de la policía. Desafortunadamente existen muchos casos de policías que en el desarrollo de sus tareas se exceden en cuanto al uso de la violencia. Así es recurrente escuchar de casos en los que un detenido fue golpeado por un policía durante su arresto, o en prisión.
También se puede hablar de abuso de autoridad por parte de esta fuerza de seguridad cuando se arresta a una persona sin la correspondiente orden de un juez o de modo arbitrario sin mediar una causa concreta.

Los mencionados ejemplos son representativos del concepto y sin dudas disponen de una presencia constante en nuestra sociedad, sin dudas.

Vale mencionarse que el abuso de autoridad está considerado como delito por la mayoría de las legislaciones y por caso su comisión dispone de un castigo.

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