Madrid y Aragón retan a Iglesias
Se juega el control autonómico de Podemos frente a los críticos como Echenique
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. JAVI MARTÍNEZ
Las elecciones internas en Podemos para elegir a los barones autonómicos del partido han reavivado las heridas del congreso, con un nuevo enfrentamiento entre dos concepciones distintas de entender lo que debe ser la formación. Por un lado la oficialista, que tiene una idea más pragmática de Podemos, con un control más centralizado y bajo el hiperliderazgo de Pablo Iglesias y su equipo en aras de la "eficacia". Y por otro lado, la corriente crítica, que reivindica "más pluralidad" y los orígenes de Podemos cercanos al 15-M; por lo que plantea un papel más participativo y relevante de los círculos y donde el aparato tenga un contrapeso mayor por parte de las bases.
El problema para Iglesias está sobre todo en Aragón, donde el crítico Pablo Echenique es el gran favorito por su trayectoria, por su imagen pública y por el perfil bajo de su rival, Violeta Barba. Pero también puede tenerlo en Madrid, lo que sería un golpe muy duro. Miguel Urbán ha armado una lista fuerte frente al oficialista Luis Alegre que, no en vano, es el favorito.
Cada barón tiene un asiento reservado en la dirección estatal, donde hasta ahora no hay ningún crítico.
La explicación se remonta al congreso de Vistalegre, donde Echenique encabezó una corriente crítica que defendía un modelo de organización diferente al de Iglesias que desinflaba el liderazgo del secretario general. Tras lograr una arrolladora victoria, Iglesias optó por no incluir a los críticos en la dirección y dejarlos fuera, pese a que se trataban de los eurodiputados Echenique, Teresa Rodríguez y Lola Sánchez.
Pasado el tiempo, Rodríguez -primero- y Echenique -después- rebajaron considerablemente la tensión y acordaron con Iglesias construir candidaturas conjuntas, encabezadas por ellos, en Andalucía y Aragón, donde ambos contaban con un perfil muy popular. Con Rodríguez hubo acuerdo, pero con Echenique finalmente no se logró el consenso. Según a qué lado se pregunte, la respuesta es la misma: las excesivas exigencias de la otra parte.
Por su parte, el equipo de Iglesias movió ficha rápidamente para impulsar a la candidata Violeta Barba bajo la marca oficialista de la dirección. Su elección fue una sorpresa pues apenas llevaba unos meses en Podemos, ya que hasta hacía poco dirigía al área de juventud de Izquierda Unida en Aragón. Así, el propio Iglesias trató de darle un impulso y visualización participando con ella en un mitin en Zaragoza, donde mandó el mensaje de que no quiere que Podemos se convierta en un partido «con barones ni bastiones que no estén en la misma lógica fundamental» de la Ejecutiva.
Quien gane la elección tendrá un asiento en la dirección estatal, donde hoy todos sus miembros fueron candidatos apadrinados por Iglesias.
El líder de Podemos ha apostado muy fuerte colocando a Luis Alegre -uno de los cinco miembros del núcleo duro- como candidato a secretario general madrileño porque la región se considera estratégica para el funcionamiento del partido -donde más afiliados y círculos tiene- y porque ganar la Comunidad de Madrid sería un impulso clave para después ganar las generales de noviembre.
Sin embargo, a la lista oficialista -denominada 'Claro Que Podemos'- le ha salido un rival más duro de lo que se podía imaginar en un principio. Primero porque Miguel Urbán, que es el cabeza de lista, también cuenta con un perfil público conocido por haber participado de forma regular en debates y tertulias de televisión; pero además, porque ha incorporado a su candidatura a varias personas populares como el doctor Luis Montes -presidente de la Asociación Federal por el Derecho a Morir Dignamente- o el actor Alberto San Juan. Asimismo, ha desarrollado una intensa labor entre las bases, más que su rival, sobre todo con los círculos, a los que quiere dar un mayor protagonismo en la organización. Por ejemplo, la confección de la lista se abrió ya a los propios simpatizantes, mientras que la oficialista se ha hecho de forma hermética.
No es el único mensaje polémico. La campaña se enredó cuando Carolina Bescansa afirmó que la lista de su compañero Alegre era la del Podemos "de las propuestas" y que la de Urbán era la de la "protesta". Algo que remató el propio Alegre días después defendiendo que su candidatura huye de "sectarismos" y garantiza la transversalidad.
A Urbán le apoyan Echenique y la candidata a la Junta, Teresa Rodríguez; es decir, el frente del congreso.
El partido concibe las autonómicas de mayo como una primera vuelta de las elecciones generales
Con esta confrontación, Pablo Iglesias se juega obtener un control del partido en las 16 comunidades autonómas en disputa -en Andalucía se ha aplazado-, en unas votaciones que concluyen esta noche y cuyos resultados se esperan conocer el domingo. Para el líder de Podemos son unas elecciones cruciales porque los secretarios generales autonómicos serán quienes dirijan el partido en la región, pero además lo serán a las puertas de unos comicios donde Podemos se juega -como admite el partido- la "primera vuelta" de las generales y donde los barones serán los favoritos para ser también los candidatos autonómicos.El problema para Iglesias está sobre todo en Aragón, donde el crítico Pablo Echenique es el gran favorito por su trayectoria, por su imagen pública y por el perfil bajo de su rival, Violeta Barba. Pero también puede tenerlo en Madrid, lo que sería un golpe muy duro. Miguel Urbán ha armado una lista fuerte frente al oficialista Luis Alegre que, no en vano, es el favorito.
Cada barón tiene un asiento reservado en la dirección estatal, donde hasta ahora no hay ningún crítico.
Aragón: partido de vuelta para Echenique
Además de la Comunidad de Madrid, el otro gran escenario con morbo es Aragón porque Pablo Echenique y Pablo Iglesias vuelven a confrontar proyectos. Sin embargo, en esta ocasión el líder de Podemos tiene todas las de perder, ya que el eurodiputado -que encabeza la lista 'Es la hora de Aragón'- cuenta con el respaldo no sólo del círculo de Zaragoza -que ya lo impulsó en las europeas-, sino también del de una gran parte de simpatizantes que no terminan de comprender por qué Iglesias se ha implicado de esta manera en enfrentarse con uno de los miembros con más proyección mediática del partido y que más miedo infunde en sus rivales electorales.
El eurodiputado de Podemos, Pablo Echenique. SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL
Pasado el tiempo, Rodríguez -primero- y Echenique -después- rebajaron considerablemente la tensión y acordaron con Iglesias construir candidaturas conjuntas, encabezadas por ellos, en Andalucía y Aragón, donde ambos contaban con un perfil muy popular. Con Rodríguez hubo acuerdo, pero con Echenique finalmente no se logró el consenso. Según a qué lado se pregunte, la respuesta es la misma: las excesivas exigencias de la otra parte.
Echenique presenta un programa donde se da una participación más activa y decisiva a las bases
Así, Echenique -que será candidato a las autonómicas si sale elegido- continuó adelante abriendo su lista a primarias internas, incluso entre movimientos sociales y territorios de Aragón; y con un programa donde se da una participación más activa y decisiva a las bases. Por su parte, el equipo de Iglesias movió ficha rápidamente para impulsar a la candidata Violeta Barba bajo la marca oficialista de la dirección. Su elección fue una sorpresa pues apenas llevaba unos meses en Podemos, ya que hasta hacía poco dirigía al área de juventud de Izquierda Unida en Aragón. Así, el propio Iglesias trató de darle un impulso y visualización participando con ella en un mitin en Zaragoza, donde mandó el mensaje de que no quiere que Podemos se convierta en un partido «con barones ni bastiones que no estén en la misma lógica fundamental» de la Ejecutiva.
Quien gane la elección tendrá un asiento en la dirección estatal, donde hoy todos sus miembros fueron candidatos apadrinados por Iglesias.
Madrid: dos maneras de cuadrar el círculo
Conscientes de que hacer frente a Pablo Echenique en Aragón era una tarea realmente complicada pero que había que jugar, la batalla por el control de Podemos Comunidad de Madrid es hoy una de las grandes preocupaciones para el equipo de Pablo Iglesias, porque la pugna parece estar ajustada.
Luis Alegre y Miguel Urbán (A. DI LOLLI | CHEMA BARROSO)
Sin embargo, a la lista oficialista -denominada 'Claro Que Podemos'- le ha salido un rival más duro de lo que se podía imaginar en un principio. Primero porque Miguel Urbán, que es el cabeza de lista, también cuenta con un perfil público conocido por haber participado de forma regular en debates y tertulias de televisión; pero además, porque ha incorporado a su candidatura a varias personas populares como el doctor Luis Montes -presidente de la Asociación Federal por el Derecho a Morir Dignamente- o el actor Alberto San Juan. Asimismo, ha desarrollado una intensa labor entre las bases, más que su rival, sobre todo con los círculos, a los que quiere dar un mayor protagonismo en la organización. Por ejemplo, la confección de la lista se abrió ya a los propios simpatizantes, mientras que la oficialista se ha hecho de forma hermética.
Luis Alegre parte como favorito en Madrid, aunque se enfrenta a la dura oposición de Miguel Urbán
No obstante, Alegre parte como favorito para ganar la batalla por ser quien es -miembro de la Ejecutiva estatal como secretario de Participación- y por contar con el respaldo público y notorio de Iglesias, que en estas semanas se ha implicado personalmente en darle su apoyo. De hecho, el pasado domingo le arropó en un mitin de cierre de campaña en Madrid, en el que pidió el voto para él, advirtiendo de que sólo el "estilo" oficial garantiza que Podemos sea "eficaz, organizado y una máquina más fuerte y más hábil" para ganar al "despotismo" en Madrid.No es el único mensaje polémico. La campaña se enredó cuando Carolina Bescansa afirmó que la lista de su compañero Alegre era la del Podemos "de las propuestas" y que la de Urbán era la de la "protesta". Algo que remató el propio Alegre días después defendiendo que su candidatura huye de "sectarismos" y garantiza la transversalidad.
A Urbán le apoyan Echenique y la candidata a la Junta, Teresa Rodríguez; es decir, el frente del congreso.
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